Diario de León

El fuego arrasa unas 300 hectáreas de hábitat para el urogallo en Fasgar

La rápida intervención de los vecinos impidió que el incendio alcanzara las casas del pueblo

Los helicópteros de la Junta trabajaron hasta la última hora de ayer. MARCIANO PÉREZ

Los helicópteros de la Junta trabajaron hasta la última hora de ayer. MARCIANO PÉREZ

León

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El fuego amenaza desde el lunes una importante zona protegida de Omaña en la que se albergan las últimas esperanzas para la conservación del urogallo cantábrico. Un incendio forestal, declarado el lunes a las seis de la tarde hora en Fasgar, en el municipio de Murias de Paredes, lleva arrasadas cerca de 300 hectáreas de Zepa (zona de especial protección de aves) y LIC (lugar de interés comunitario ) y a punto estuvo de alcanzar las últimas casas del pueblo. Los vecinos fueron los primeros en plantarle cara a las llamas, hasta la llegada, a las ocho de la tarde, de la primera brigada antiincendios de la Junta de Castilla y León, junto a la de Riello. Aunque todavía se investiga el origen del fuego, todo apunta a que fue intencionado. «Aquí solo somos cuatro vecinos, por lo que rápidamente nos pusimos manos a la obra con las bocas de riego para intentar que las llamas no llegaran a las casas», explica la presidenta de la Junta Vecinal de Fasgar, Rosi Fernández, que aseguró que estuvieron toda la noche colaborando en las labores de extinción con los medios que tenían a su alcance.

«Es lamentable que en invierno no haya brigadas y que ni siquiera nos dejen hacer un camino para poder defendernos de las llamas, por estar en zona protegida», asegura Fernández, que denunció que de esta manera «era inviable acceder al fuego por ningún lado».

Aunque la presidenta de Junta Vecinal asegura que han recibido algún curso para poder afrontar situaciones como esta «lo que está claro es que nosotros no nos vamos a meter en un incendio, como mucho podemos evitar que las llamas lleguen a las casas, pero nada más».

A última hora de ayer tres helicópteros trabajaban para atajar las llamas, y que por tierra era «imposible» acceder y que se propagaban monte adentro por Vegapujín y Montrondo. «No queremos hacer caminos para que pasen los coches por el monte, queremos accesos para que en casos como este podamos atajar los incendios y evitar que se propaguen como está ocurriendo ahora».

El año no ha comenzado bien en lo que a incendios forestales se refiere en la provincia de León. Mientras que enero se saldó con siete incendios, en las últimas semanas ya se han contabilizado cerca de 50 fuegos en toda la provincia.

Las elevadas temperaturas, sobre todo en las horas centrales del día, las rachas de viento, la acumulación de combustible forestal y la sequedad del terrenos, por una ausencia total de precipitaciones desde el pasado 6 de enero, han disparado la declaración de incendios forestales, la mayor parte de ellos, provocados por malos usos agrícolas.

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