Riaño
La fundación Valle del Bisonte potenciará Anciles
Junto al Ayuntamiento creará un punto de estudio de la especie
El Ayuntamiento de Riaño trabaja desde hace unos años en convertir la reserva de Anciles en uno de los atractivos turísticos de la montaña de Riaño y a la vez en un lugar de investigación de bisonte. Esta reserva cuenta con un total de 500 hectáreas donde esta especie comparte espacio con búfalos y caballos pottokas.
Se ha creado el proyecto llamado Valle del Bisonte (valledelbisonte.com) donde el concejal Pelayo García es miembro de la junta directiva.
Este proyecto se estableció con un triple objetivo: participar en los programas europeos de recuperación y cría en semi libertad del bisonte europeo, «el mamífero más grande de nuestro continente, en condiciones muy cercanas a las de su estado salvaje», según García.
Establecer un punto de encuentro para estudiantes e investigadores nacionales e internacionales para estudiar los procesos ecológicos relacionados con la presencia de grandes herbívoros. Y promover el desarrollo rural a través de actividades guiadas en el área y colaborar activamente con empresas turísticas.
El proyecto espera que, al crear nuevos rebaños, se desarrolle más resiliencia genética y diversidad con el tiempo. Es importante recordar que las regulaciones del Parque Regional de la Montaña Riaño y Mampodre prohíben el movimiento con vehículos motorizados en las pistas del Parque, excepto para usos agrícolas o ganaderos y actividades autorizadas, según señala García.
Asimismo, la fundación Valle del Bisonte advierte que los bisontes, aunque tranquilos y nobles, son animales salvajes e impredecibles que pueden alcanzar gran velocidad, especialmente en situaciones de celo o cuando las hembras tienen crías, por lo que es responsabilidad del visitante acceder al lugar acompañado de personal autorizado y mantener una amplia distancia de seguridad de al menos 50 m que garantiza una experiencia gratificante y segura.
A principios del siglo XX, el bisonte europeo estaba al borde de la extinción. Todos los bisontes europeos vivos descienden de 12 individuos, que fueron los únicos que permanecieron en cautiverio. En España, las cadenas montañosas del norte eran hábitat de bisontes hasta hace 12.000 años.