Gallo de corral y vitrina

 

La Vecilla de Curueño abrió hoy las puertas del Museo del Gallo de Pluma, un espacio con el que se quiere rendir homenaje al que ha sido uno de los principales atractivos turísticos de la zona. En un entorno de apenas cinco kilómetros cuadrados se crían gallos con unas características en sus plumas únicas en el mundo y que los convierten en los mejores ejemplares para la elaboración de moscas para la pesca.

El museo, que ha contado con una inversión de 225.000 euros, de los que 85.000 han corrido a cargo de la Diputación Provincial, está compuesto por materiales antiguos donados por particulares y por los criadores de la zona, cada vez más escasos, y que en la actualidad ascienden al número de siete, muy lejos de los 25 que llegaron a ocuparse de esta tarea, cada vez más en desuso.

El presidente de los criadores del gallo de pluma, Tomás Gil, lamentó que las administraciones, y más concretamente la Junta de Castilla y León, no estén “apostando por lo nuestro”, lo que está “cansando” a la gente, de ahí la reducción en la práctica de la cría de este ejemplar único. De hecho, del censo de 5.800 gallos que se ha llegado a contabilizar, en la actualidad se estima que hay tan sólo 1.500. Por eso, gran parte del trabajo se centra ahora en que sean las nuevas generaciones las que puedan continuar adelante con esta tradición “para que esto no se caiga”.

En este arranque del museo, el objetivo es la conservación de “cosas antiguas” relacionadas con el mundo del gallo y de la pesca, por lo que se hace un llamamiento a los pescadores para que, si quieren, puedan donarlas a este centro, que ya se advierte que “va a cambiar continuamente”. A esta tradición se le dará un carácter “interactivo”, con el fin de ir configurando un museo “cambiante” cada mes o dos meses como mucho.

Aunque el museo se estima que está “casi completo”, el deseo de los criadores es que en él se pueda encontrar “lo que de verdad tiene que estar”, que son los útiles “que se utilizaban antiguamente” y dejar a un lado las “modernidades”. Y es que esta tradición cuenta con más de 15 siglos de experiencia. De hecho, en 1624 el Manuscrito de Astorga ya alude a las moscas “con siglos de experiencia probadas pro pescadores”, lo que pone en evidencia que es una tradición “que siempre ha existido”.

Al acto de inauguración asistió la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, que recordó la importancia de esta especie en una provincia que cuenta con más de 3.000 kilómetros de ríos trucheros, lo que convierte a León en un territorio con una importante tradición pesquera. Además, también se cuenta con un importante “reconocimiento” nacional e internacional de las plumas de los gallos de la zona, que han hecho que los anzuelos resulten “excepcionales”.

Este nuevo museo es el fruto del reconocimiento y testimonio para el futuro que los pescadores y criadores del gallo de pluma han querido dejar para el futuro, así como la huella de lo que este gallo ha significado para la zona y para el turismo de la provincia, a pesar de que en los últimos años “se ha perdido bastante”, reconoció Carrasco.

La presidenta de la institución provincial confió también en que este museo pueda convertirse en un “revulsivo” para la zona, y que hasta aquí se pudiera seguir atrayendo turismo una vez superada la problemática de los ríos trucheros. De ahí que Carrasco apostara por “poner en valor esto”, con actividades que no sólo se limitarán a la propia exposición, sino que incluirán demostraciones y clases para la elaboración de los anzuelos.

Por su parte, la alcaldesa de La Vecilla, Manuela García Robles, recordó que los de la zona del Curueño son los únicos gallos de pluma que se crían en España, por lo que se felicitó porque formen parte del patrimonio provincial. En relación al museo, explicó que pretende ser un lugar en el que “recoger y conservar recuerdos de nuestros gallos, así como de la pesca que va unida a ellos” y en el que constituir un “legado permanente” para generaciones actuales y futuras.

Peculiaridades

El gallo de pluma de la comarca del Curueño es “único y endémico” en todo el mundo, una característica que han remarcado los expertos y autoridades durante la inauguración del nuevo museo. Su cría se lleva a cabo “en cinco kilómetros cuadrados”, y las características de esta zona hacen que las principales peculiaridades de estos ejemplares sean el brillo, la finura, la tersura y la transparencia de sus plumas.

De hecho, Tomás Gil reconoció que no existe “ningún material en el mundo” ni ninguna pluma capaz de asemejar la cristalización del ala como las del gallo de León. “Dicho por grandes genetistas y grandes expertos en la pesca, no hay ningún material en el mundo para hacer estas moscas, así que hay que luchar para que no se pierda”, incidió Gil.

Normativa de pesca

También, hubo tiempo para las críticas a las nuevas leyes de pesca más recientes, ya que se estima que esta normativa “va a acabar con el gallo de León”. Según Tomás Gil, lo que parece que se pretende es “quitar a la gente del río”, lo que provocará la desaparición del gallo de León. La legislación pretende “dejar todo sin muerte”, pero en la provincia de León se dispone de longitud de ríos trucheros suficiente como para que haya “sitio para todos, para la pesca con muerte y sin muerte”, añadió.

Gil explicó que este año no hay ningún criador que vaya a trabajar con gallos indios, lo que hace suponer que “en dos ó tres años va a desaparecer”, lo que supone “una pena”. Por todo ello, ya se ha creado una plataforma para “luchar contra los descerebrados”, sobre todo ante una tradición que además permite la fijación de población en las zonas rurales y la apuesta por el turismo.