El Gobierno deja terminar 2022 sin aprobar el nuevo Plan Hidrológico
El embalse de Riaño. MARCIANO PÉREZ
En contra de lo anunciado reiteradamente en el último trimestre, el Gobierno central no ha aprobado antes de fin de año los nuevos planes hidrológicos de cuenca de tercer ciclo, incluido el del Duero, que regularán los recursos hidrológicos entre el año 2022 y el año 2027.
A finales del pasado mes de noviembre, el Consejo Nacional del Agua sometió a informe los Planes Hidrológicos del tercer ciclo y los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación de segundo ciclo, dos herramientas «clave» para la gestión del agua en España.
Este procedimiento constituía el paso previo a la presentación de estos documentos en el Consejo de Estado y, finalmente, ante el Consejo de Ministros para su aprobación definitiva antes de final de año, algo que no ha sucedido.
Se da la circunstancia de que el Plan Hidrológico del Duero será aprobado por Real Decreto por el Consejo de Ministros sin el consenso de la cuenca, ya que fue rechazado por el Consejo del Agua por 42 votos en contra y 34 a favor, con el rechazo conjunto de la Junta de Castilla y León, de las comunidades de regantes y de las asociaciones agrarias.
Rechazo inédito
El PHD será aprobado por Real Decreto tras ser rechazado por el Consejo del Agua de la cuenca
El nuevo ciclo de planificación se centrará en la adaptación al cambio climático y las mejoras que se han incorporado en este nuevo reglamento «buscan incluir esta variable en la planificación hidrológica, y garantizar la unidad y coherencia normativa en todo el territorio».
En España, según las previsiones, las alteraciones del régimen hídrico que se producirán a medio y largo plazo se traducirán en una importante reducción de los recursos hídricos y en un incremento de la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos, como sequías e inundaciones.
Los planes hidrológicos definen unos caudales ecológicos «más ambiciosos», que aseguran la protección de las aguas y adoptan medidas para reducir las presiones que soportan al actuar sobre las extracciones de agua irregulares, la contaminación o la presencia de especies invasoras.
Además, en este ciclo se han definido caudales ecológicos a todas las masas de agua.
En el marco de adaptación al cambio climático, los planes del tercer ciclo plantean un cambio de tendencia respecto a la utilización de los recursos hídricos.
En concreto, se reducen las asignaciones de agua, que para el conjunto de las demarcaciones intercomunitarias supone pasar de los 28.000 hm³/año, que figuraban en los planes del segundo ciclo, a 26.800 hm³/año.
Además, los planes del tercer ciclo impulsan acciones como la mejora del saneamiento y la depuración, que permitirán subsanar los retrasos acumulados por nuestro país en el cumplimiento de la normativa europea sobre protección de las aguas residuales urbanas.