Diario de León

CABOALLES DE ARRIBA La empresa aún desconoce si el ministerio acepta su plan de pagos

El grupo Viloria comienza a sacar parte de la maquinaria de La Escondida

Imagen de ayer mismo de La Escondida, en Caboalles de Abajo. ARAUJO

Imagen de ayer mismo de La Escondida, en Caboalles de Abajo. ARAUJO

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v.a. | caboalles de arriba

El empresario minero Manuel Lamelas Viloria, propietario de la empresa Hijos de Baldomero García (HBG) y con una explotación minera en la localidad lacianiega de Caboalles de Arriba, La Escondida, ha decidido comenzar a sacar la maquinaria de esta explotación. «Quiero sacarla para que no se estropee y poder usarla cuando haga falta», matizó el empresario minero. En este sentido, explicó que aún no ha recibido la respuesta de Ministerio para la Transición Ecológica a la que pidió un plan de pago flexible para la devolución de los más de ocho millones de euros de ayudas estatales, cuyo plazo acabó este mes, a la que condiciona el futuro de esta explotación.

De aceptar el ministerio la petición del grupo Viloria, su intención es continuar con la actividad en La Escondida. Si finalmente se deniega, y el Ministerio no permite un plan de pagos, Lamelas Viloria quiere comenzar la actividad en Paulina. El empresario minero ya presentó hace un año dos proyectos mineros en distintas zonas dentro de Paulina. Las intenciones de este empresario continúan en la misma línea que hace unos días, cuando afirmaba que «nada más que me den el visto bueno en alguno de ellos y los permisos pertinentes comenzaría la actividad», aunque no descartaba la posibilidad de explotar las dos zonas simultáneamente si logra los permisos necesarios. La intención de este empresario minero sería trasladar en este caso a la plantilla de La Escondida para Paulina y según vaya necesitando personal iría incorporando más trabajadores, dependiendo de las necesidades propias de la empresa. Lo que sí tiene claro es que «hay que seguir luchando para que Laciana no se quede sin minería». Según explicó el veterano empresario, estas labores para sacar maquinaria y futura restauración tienen un plazo de tres años.

Carta de despido

A finales del mes de diciembre, la empresa presentó una carta de despido a la plantilla de La Escondica, formada por unos sesenta trabajadores, a excepción de una docena de mineros que fueron los esncargados de las labores mantenimiento de la explotación. Hace unos días, Lamelas Viloria afirmaba que «el sistema ha cambiado» y que uno de sus principales clientes, las centrales térmicas, están abocadas al cierre. «Eso no significa que se acabe el carbón, hay que buscar nuevos clientes, como las cementeras», remarcó, por lo que destacó la necesidad de abrirse a nuevos mercados fuera de las fronteras españolas como es el caso con Portugal o Marruecos.

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