Diario de León

Medio Ambiente

Los grupos de la Diputación se unen para defender los chopos como eje de riqueza

El vicepresidente arremete contra CHD por acabar con el uso forestal de las riberas de la que viven 101 localidades

Choperas junto al río Esla en la localidad de Valencia de Don Juan. ARMANDO MEDINA

Choperas junto al río Esla en la localidad de Valencia de Don Juan. ARMANDO MEDINA

León

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Los grupos políticos con representación en la Diputación de León preparan una moción, para su debate en el Pleno de la institución provincial, contra la prohibición contemplada en el borrador del Plan Hidrológico Nacional de plantar chopos en las proximidades de los cauces de los ríos de la Cuenca del Duero, en el denominado dominio público hidráulico cartografiado (DPH).

Y es que León es la provincia más afectada por esta medida que «perjudica directamente a los intereses económicos de 101 pueblos leoneses», según denuncia el vicepresidente primero de la Diputación, Matías Llorente, que exige la «inmediata» retirada de esta prohibición, que «discrimina» a las localidades dependientes de la Cuenca del Duero, ya que en otras confederaciones como la Miño-Sil o el Ebro, «no solo se permite la plantación de chopos en las riberas, sino que además se incentiva», afirma Llorente.

La nueva prohibición establece que no se pueden plantar chopos a menos de los quince metros de las riberas de estimación —hasta ahora era a menos de cinco—, y que en vez de esta especie se cultiven en todo caso, plantas autóctonas, como las salgueras o el abedul, «árboles que no dan ningún tipo de beneficio económico, ya que no tienen ningún aprovechamiento forestal», denuncia Llorente.

La retirada de las choperas de las riberas de los ríos afectaría a 4.983 hectáreas de las 17.141 existentes en toda la cuenca.

«Incongruencia»

Llorente no entiende que se prohiban los chopos en el Duero y se incentive en el Miño-Sil o el Ebro

Además supondría una pérdida de ingresos de más de 20 millones de euros, y la eliminación de unos 1.300 empleos, 430 de ellas en las zonas rurales.

«Los chopos se talan cada 15 años por su importante demanda en el mercado y estas otras especies queda ahí», asegura Llorente, que no entiende que «se deje perder de esta manera una riqueza tan importante para los pueblos y para la industria maderera en general».

El vicepresidente insiste en que «el daño es enorme para los ayuntamientos y las juntas vecinales que tienen en este tipo de aprovechamientos el grueso de sus economías, ya que además no tienen ningún tipo de uso agrícola ya que no son terrenos aptos».

Por lo que se refiere a la productividad de las choperas, se calcula la obtención de 180 metros cúbicos por hectárea de madera apta para chapa, lo que supone unos ingresos de 10.000 euros por hectárea.

Llorente destacó además los beneficios ambientales que suponen estas plantaciones ya que una hectárea de chopo fija una media de 12 toneladas de CO2 al año.

El vicepresidente de la institución provincial niega además que esta medida se tome para evitar inundaciones ante posibles riadas, como defiende Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ya que el organismo ya expropió en su día a las juntas vecinales los terrenos de las riberas que pudieran ser inundables.

«Lo que más me indigna de todo esto es porqué en Miño-Si, que afecta a toda la zona del Bierzo, sí se puede, al igual que en Ebro, y en la cuenca del Duero se prohíbe», afirma Llorente que concreta que en la moción que está preparando la Diputación de León se exigirá la CHD que «escuche a todas las administraciones que están alzando la voz en contra de esta medida, sobre a todos a aquellas que necesitan de estos ingresos para mantener las infraestructuras de sus pueblos», concluyó Llorente que tildó de «incongruente» esta medida.

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