Dos hombres para un solo museo

El museo etnográfico de Riaño tiene sus inicios en el año 2004 cuando el Ayuntamiento de Riaño comenzó a buscar objetos y utensilios. Fue un primer paso para dar utilidad a un edificio aledaño a la iglesia que no se sabía que hace con él. El edificio donde se encuentra el museo consta de tres plantas con varias salas en cada una. Un año más tarde Antonio González y Pedro González iniciaron los trabajos de clasificación de los objetos y «fue cuando empezó a surgir las ideas de las escenas para explicar el uso y las costumbres de los pueblos de la montaña. Pedro se puso con los muñecos que es la gracia del museo», según González.

Cuando comienza la colocación de los utensilios tanto Toño como Pedro se dieron cuenta que si en una zona del museo se ponían objetos de la siega, por ejemplo, «si no podías algo que lo represente, no le da la vida que en realidad tiene y la gente no va a percibir cómo eran las costumbre si solo pones objetos y utensilios tradiciones», señala Pedro. En el caso del personaje del «Alimañero» lleva una trampa y un lobo cazado. Este personaje iba por los pueblos donde la gente de daba alimentos por la caza del animal y a veces dinero. «Para que la gente se dé cuenta cómo era el funcionamiento de este personaje es colocando en el museo una escena mucho mejor «que contarlo escrito en un panel». El 90% de los utensilios son donaciones de la gente de la montaña de Riaño al museo y están catalogadas.

Las figuras se hacen partiendo de unos maniquíes los cuales se trabaja para darles la postura necesaria y sobre todos se trabaja la cara para dar la expresión y los rasgos característicos de cada personaje. «Con colas y papales vamos modelando la fisionomía de la cara y dando expresión a cada personajes».

En el caso de la mitología leonesa lo que se ha hecho es inventar los personajes ya que nadie sabe cómo son «nos basamos en los comentarios y tradiciones orales de la gente, como es el caso de la vieja del monte o las ánimas que es un espíritu que va con un hábito y sale por las noches».

Hace unos meses la asociación Montaña de Vadinia se ha encargado de la gestión y explotación de este museo. El dinero que se saque de las entradas será para seguir ampliando las instalaciones y pagar a una persona que abre las instalaciones. Está abierto todo el año aunque en invierno se centra en los fines de semana y días concertados.