Huevos León invertirá 1 M€ para aumentar la producción de huevos

La empresa leonesa Huevos León, S.L. tramita la ampliación de su complejo avícola de Malillos de los Oteros (municipio de Santas Martas). Con una inversión cercana al millón de euros de ejecución de obra por contrata, las instalaciones comenzaron a funcionar en 2017 y dispone en la actualidad de dos naves con capacidad para alojar a 84.000 gallinas ponedoras en jaula, así como de un centro de clasificación, envasado y expedición de huevos en una tercera construcción. El proyecto que se ha presentado ahora permitirá cobijar 86.400 gallinas más, por lo que el número de aves ascenderá a 170.400 aves. Incluye, además, la construcción de un nuevo estercolero.  

La producción actual de las instalaciones de Huevos León en Malillos se sitúa en torno a los 80.000 o 70.000 huevos diarios, en función de la edad de las gallinas. Con la ampliación, la producción resultante superará el doble que la actual y permitirá contratar a varios operarios a jornada completa, según la documentación sometida a información pública. Sin embargo, esta no precisa el número de trabajadores beneficiados. En cualquier caso, la inversión garantiza la continuidad de la explotación y su viabilidad económica.  

La nueva nave, con 2.360 metros cuadrados de superficie útil, se construirá en paralelo a las que albergan ahora a las gallinas. Dispondrá de un cargadero de estiércol de 128 metros y el estercolero —cercano a la edificación proyectada— tendrá una extensión de 415 metros. Las nuevas dependencias añaden al complejo avícola unos 2.900 metros más de superficie construida, para sumar un total de 8.413, en una parcela con una extensión total de 86.511 m2, lo que supone una ocupación máxima del terreno cercana al 10%.  

LOS SERVICIOS  

Las obras no suponen la construcción de nuevos accesos ni un cambio sustancial en los servicios de los que ya dispone el complejo, como abastecimiento de agua —con sondeo propio—, saneamiento, red eléctrica, telecomunicaciones y contenedores de residuos para su gestión.  

El proceso de producción comienza con la recepción de las pollitas de unas 17 semanas de vida, una vez han alcanzado la madurez sexual. Estas se ubican en jaulas construidas según la normativa que regula la cría de gallinas ponedoras. Las aves tienen acceso ilimitado a comida y bebida y las jaulas están diseñadas de manera que las deyecciones son evacuadas de forma inmediata, de forma que se minimizan los olores, existe menor suciedad y aumenta el bienestar de los animales.  

El control ambiental se realiza de forma automática, lo que garantiza un correcto ambiente dentro de la explotación: la nave está dotada de ventiladores, paneles de humidificación, ventanas especiales para la entrada de aire, panel de control y sistemas de emergencia. En cuanto a la puesta, se produce en la jaula, cuya inclinación permite que el huevo pase a una cinta en la que los retira automáticamente de forma periódica. A continuación, pasa a la zona de clasificación de huevos y envasado, para su almacenamiento y posterior expedición.  

Se estima que el centro de clasificación y envasado consuma anualmente 7.500 toneladas de pienso y 18.000 m3 de agua. Los mismos cálculos apuntan que serán necesarios 1.830.000 unidades por año de estuches de huevo de una docena y otros 750.000 de media docena.