Con impacto ambiental favorable desde el mes de enero de este año
El proyecto de la concentración parcelaria Almanza II cuenta con el impacto ambiental favorable desde el pasado mes de enero. En él se recuerda que el proceso supone una actuación motivada por el interés económico y social que comporta en su área de emplazamiento, al promover unidades de cultivo del mayor tamaño posible, concentrar zonas que en su día quedaron excluidas y acometer las mejoras necesarias en la red de caminos y desagües existentes, derivadas del primer proceso de concentración parcelaria realizada años atrás.
Sin incidencia
En la mayoría de los casos se ha procurado respetar el trazado de redes de caminos y desagües
Por otro lado, la incidencia de las nuevas prácticas o formas de cultivo no tendrán efectos ambientales negativos al tratarse de prácticas habituales que se vienen efectuando desde hace años, pues no conllevará un cambio en el tipo de cultivos, continuándose con las rotaciones similares a las que existen en la actualidad.
Área de cultivos
La zona ya se dedica al cultivo ya que fue sometida hace décadas a una concentración
La incidencia ambiental de las infraestructuras ligadas a la concentración parcelaria será prácticamente nula, ya que en el trazado de las redes de caminos y desagües se ha procurado, en la mayoría de los casos, conservar el trazado existente, estableciéndose nuevos trazados en aquellos casos que así lo requiera la situación y eliminando los que resulten innecesarios. La nómina de yacimientos inventariados que quedan dentro del ámbito del proyecto es escasa, y, en segundo lugar, que los trabajos de prospección sobre el terreno no han permitido hallar nuevas evidencias no consignadas en la Carta Arqueológica, si bien los trabajos se han visto condicionados por la existencia de cultivos de cereales que no han permitido observar bien la superficie del terreno.