Los rescoldos mantienen latente el fuego en el gran pinar de Villapadierna

De madrugada, los trabajos de extinción dieron sus frutos. El incendio del pinar de Villapadierna quedó controlado y prácticamente extinguido. Quedan vivos los rescoldos, que mantiene latente el peligro.  

Más de 90 efectivos trabajaban a última hora de ayer en las labores de extinción del incendio intencionado declarado en Villapadierna, en Cubillas de Rueda, y que, según las últimas estimaciones de la Junta, había arrasado ya más de 30 hectáreas de pino y roble. El fuego comenzó a las 17.40 y fue declarado de nivel 1 a las 18.45 por afectar a masa forestal. El fuerte calor y, sobre todo, la intensidad del viento auguraban la virulencia del incendio, el más grave del verano en la provincia, por lo que se activó un gran desligue de efectivos también aéreos en la zona. Tres helicópteros de la Junta, dos del Ministerio de Transición Ecológica, un avión de coordinación y otra aeronave llegada de Palencia combatieron el fuego desde el aire, recogiendo agua del canal de Payuelos que hizo a la vez de cortafuegos para que las llamas no se acercara al pueblo.  

Mientras tanto, desde tierra, seis cuadrillas aerotransportadas, dos cuadrillas de tierra y siete agentes medioambientales y celadores, cuatro autobombas, dos bulldozer y dos técnicos intentaban controlar el avance del incendio coordinados por un puesto de mando avanzado.  

Según los primeros vecinos que se percataron del incendio, las llamas se iniciaron en el paraje de La Laguna que es donde se está haciendo una entresaca de pinos. En apenas una hora el fuego entraban por el valle de Salgueros y la mayor preocupación es que dos de los principales fuegos avanzasen hacia los montes de Corcos y Almanza.  

El alcalde de Cubillas, Carlos Fernández, mostró su inquietud por la fuerza de las llamas y el viento reinante que ha favorecido que haya varios focos en los que el fuego avanza muy rápido. «Es el peor mes del año dado que todo está muy seco y además hace un poco de aire. Todo queda en manos de los helicópteros y esperemos que lo apaguen antes de entrar la noche y no puedan trabajar», afirmó Fernández, quien lamentó que por culpa de alguien «tengamos que estar pendientes de los helicópteros «dado que cuando se vayan veremos a ver qué pasa si antes no se ha apagado el fuego. Va cogiendo mucha fuerza en todas la direcciones».  

Fernández precisó que en la zona del incendio una persona había puesto abejas «y el fuego va a acabar con todas». El comentario más oído entre los vecinos es que esto «no pasaría» si las administraciones «no pusiesen tantos problemas a los ganaderos y fuese el ganado el que limpiase los montes tal y como se ha hecho siempre».