Investigadores de la ULE crean un grupo para velar por la transición justa
Medinat estudia cómo afectan los nuevos proyectos energéticos a la Cordillera Cantábrica
Medinat es un grupo el que se encuentran implicados diferentes investigadores de la Universidad de León, entre otras, que nace con el objetivo de ayudar a la realización de una transición energética realmente justa, que no implique daños al medio natural o a cualquiera de sus componentes.
Este grupo de trabajo ha puesto el foco en la multitud de proyectos de producción energética, principalmente eólica, en el ámbito de la Cordillera Cantábrica propuestos en los últimos meses. «La instalación de algunas de las grandes infraestructuras energéticas proyectadas producirá impactos negativos severos, y en muchos casos irreversibles», lamentan desde Medinat. Este grupo, integrado por 16 investigadores de cinco especialidades distintas, explica que la Cordillera Cantábrica, por sus características, «es uno de los mayores reservorios de biodiversidad de Europa y su papel como corredor ecológico, hace que su conservación sea un factor fundamental en el mantenimiento de los recursos naturales y la funcionalidad de los ecosistemas». Por ello consideran que «debemos garantizar que estas instalaciones sean sostenibles de manera integral, que no comprometan nuestro patrimonio natural y que se estudien los efectos acumulativos o sinérgicos de estas instalaciones, en particular, sobre la Red Natura 2000».
Este grupo trabaja en la recogida de las afecciones que suponen los actuales megaproyectos de energías renovables en el ámbito de la Cordillera Cantábrica. «Medinat es un grupo abierto de trabajo, formado por especialistas en diversas disciplinas relacionadas con la biodiversidad, el patrimonio geológico y el paisaje», explican sus fundadores. Para facilitar al público interesado la información que han recogido, han elaborado una página web en la que publican un informe-manifiesto y una relación de leyes y normativas que pueden entrar en conflicto con el desarrollo de la industria energética, así como todas las afecciones que puedan suponer.
«Tenemos ahora la oportunidad de diseñar una transición energética que permita un desarrollo más armónico del planeta y sus habitantes. Para ello es imprescindible contar con los conocimientos científicos que, a lo largo de décadas, se han ido recopilando. Esta es nuestra aportación como científicos, académicos y especialistas en diferentes disciplinas», reza su texto de presentación.