La Junta activa el protocolo para disuadir al oso de las zonas urbanas

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ya ha activado el protocolo establecido para toda la Cordillera Cantábrica, y que fue aprobado por Comisión Estatal el pasado 24 de enero, que tiene como objetivo la intervención de las administraciones autonómicas cuando se produzcan conflictos entre el oso y las poblaciones urbanas. Las reiteradas visitas de un oso —supuestamente el mismo— tanto al barrio de Las Rozas de Villablino, donde fue visto el pasado lunes por última vez, como de una osa con sus dos crías en Caboalles de Arriba, han forzado la intervención de los agentes medio ambientales de la Junta, quienes junto a las Patrullas Oso y del Seprona, y asesorados en todo momento por la Fundación Oso Pardo, tratan de corregir las conductas de estos plantígrados, que desde principios de este mes se acercan a los núcleos urbanos en busca de comida entre la basura o en los árboles frutales de algunas fincas.

Según fuentes de la consejería, desde que se registró el primer avistamiento a principios de septiembre, han realizado cinco intervenciones nocturnas en la zona, sin éxito, ya que en ninguna de ellas han apreciado la presencia de ningún ejemplar.  

Por esto motivo, han decido incrementar la vigilancia en la zona, un trabajo que se hace con suma discreción y mucho tiento, ya que van equipados por escopetas de bolas de goma, que no dudarán en utilizar para disuadir al oso, hacer que tenga temor de acercarse a las zonas urbanas y que no se familiaricen con los entornos humanizados.  

Antes de eso, el Ayuntamiento de Villablino ya realizó una reorganización de la recogida de basura para que los contenedores no estén a la vista cuando cae la noche, eliminar así el recurso trófico que busca el oso, y con él, el motivo de la visita de este animal. También recomendó proteger aquellas instalaciones sensibles, como colmenares o majadas. Desde la Consejería quieren trasladar a la población afectada un mensaje de tranquilidad, ya que la vigilancia se ha incrementado, y también hacer un llamamiento a la tranquilidad para no acercarse a estos animales, ya que aunque en principio no son peligrosos, y rehúyen la presencia humana, son impredecibles si se sienten amenazado, sobre todo si van con crías.  

Precisamente ayer, el presidente de la FOP, Guillermo Palomero, consideró que el protocolo de actuación se debe aplicar de manera «inmediata» tras el comportamiento «confiado» del oso que se pasea por el paraje de Las Rozas en Villablino, ya que «no se puede permitir este tipo de comportamientos».  

Palomero no ha podido asegurar que el oso visto el pasado lunes a plena luz del día en Las Rozas sea el mismo que el con el visto en jornadas anteriores en donde se veía a un joven oso buscando comida en un contenedor de la basura. «Por su comportamiento podría ser el mismo ejemplar, un comportamiento confiado que debe ser corregido ya», afirma.  

A pesar de que el presidente de la FOP considera previsible este tipo de actuaciones, en donde los osos buscan comida fácil, afirma que «se debe actuar en cuanto comienzan a buscar el alimento en un entorno humano», señalando que «la«operación tiene que ser rápida, limpia y eficaz». Las actuaciones a llevar a cabo pasarían por aislar la zona, para evitar el riesgo y posibles incidentes, dejar que el plantígrado se acercara para poder intervenir con bolas de caucho o pirotecnia para que «el animal interprete que eso no es bueno y se aleje de la zona». Estas actuaciones se prolongarían durante varios días, ya que «suele funcionar después de varios días aplicando el protocolo en un ambiente de tranquilidad», matizó Palomero.  

Si estas actuaciones para reeducar a osos jóvenes, no fueran suficientes, y el animal persiste en su comportamiento anómalo, «el siguiente paso sería aislarlo, marcarlo y hacer un seguimiento del plantígrado», explica Palomero.