La liquidación de CMC retrasa el plan de abandono minero

Los proyectos de abandono de labores para las explotaciones mineras de interior como de exterior Calderón y Feixolín, en la pedanía lacianiega de Orallo continúan a la espera de ejecutarse después de dos años. Fue entonces cuando el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Turismo de la Junta de Castilla y León emitió una resolución en la que obligaba a la administración concursal de Coto Minero Cantábrico (CMC) ha realizar el citado proyecto.

Según informó la Delegación Territorial de la Junta en León la empresa pública Tragsa realizó una valoración de los trabajos necesarios para efectuar el abandono y cierre de instalaciones en ejecución subsidiaria, dentro del Marco de Actuación 2019-2027. No obstante, la Administración Concursal de CMC «ha comunicado verbalmente» que aún continúa el proceso de liquidación, con subasta de los edificios e instalaciones, estimándose que la liquidación total de bienes de la sociedad requiere todavía unos dieciséis meses; por lo que el plan de abandono «ha pasado a no ser prioritaria en este momento» para Tragsa.  

Esta respuesta viene a responder a las quejas de la Junta Vecinal de Orallo, que interpuso ante la Administración autonómica una denuncia por el deterioro de las instalaciones y escombreras en el monte de utilidad pública cuya ocupación fue otorgada a CMC para la explotación de carbón.  

En la denuncia, la pedanía constataba que el Pozo Calderón está abandonado y no tiene las medidas de seguridad que se exigen en estos casos, además de las anomalías y pliegues que se presentan en la explotación a cielo abierto del Feixolín y en la antigua carretera que lleva a las diferentes bocaminas de los distintos pisos.  

La administración concursal de CMC debe proceder al cierre efectivo de todas las bocaminas del Grupo Calderón, de forma que se impida el acceso físico al interior de las galerías, la colocación de carteles de prohibición del paso y advertencia de peligro. Además, obliga a que se saneen de las zonas afectadas por los hundimientos y repises que afectan a las pistas y accesos a los diferentes niveles de la mina. El plazo para la presentación del proyecto era de un mes.