Diario de León

La ‘madre coraje’ del puente de Bilbao

Cheli González, de Jiménez de Jamuz, ha llegado hasta el ministro Blanco en su lucha para evitar que se repita el accidente en el que murió su hijo de 22 años cuando cruzaba en su coche la ría del Nervión .

Cheli González conversa con el ministro de Fomento, José Blanco, el lunes en Bilbao.

Cheli González conversa con el ministro de Fomento, José Blanco, el lunes en Bilbao.

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A. Domingo | Redacción
León

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Cheli González, natural de Jiménez de Jamuz, consiguió el lunes abrirse paso hasta llegar al ministro de Fomento, José Blanco, al que entregó un sobre con documentación relativa a la muerte en accidente de su hijo de 22 años, Mikel Uriarte González, hace ahora un año. El hecho se produjo durante los actos de reinauguración de la colosal obra de ingeniería, que traslada vehículos y personas de Portugalete a Guecho en una barquilla que pende de la estructura, la misma desde la que el 8 de septiembre del año pasado se precipitó a la ría del Nervión el turismo que ocupaba el joven.

La prensa vasca se hacía eco ayer del gesto de Cheli González y su marido, el bilbaíno Miguel Uriarte, que tuvieron que burlar el cordón de seguridad para llegar hasta el alto cargo. José Blanco «nos dijo que conocía el caso, nos trató con cariño y nos dio el pésame», explicó Cheli González. Blanco inició su discurso con palabras de solidaridad hacia la familia.

«No queremos dinero del seguro o de la Autoridad Portuaria. Lo único que pretendemos es que lo que le ocurrió a nuestro hijo no vuelva a suceder y que el puente cumpla la normativa de seguridad», aseguró la jiminiega, que culpa del accidente que sufrió su hijo a la falta de un firme antideslizante —«aquella noche caía chirimiri, lo que, unido al carburante que cae al suelo de la barquilla, crea una película especialmente resbaladiza»— y la instalación de unas barreras de cierre de la plataforma «que resistan la fuerza de un coche deslizándose», al considerar endebles las actuales.

La justicia continúa investigándose el suceso. «Está en fase de instrucción. Nosotros no hemos denunciado a nadie», señala la leonesa, si bien los abogados de la familia han solicitado pruebas periciales para esclarecer lo sucedido. «Coinciden con el atestado de la Ertzaintza, mi hijo entró bien en la barquilla y el examen toxicológico resultó negativo. Además, al percatarse de que el coche había caído al agua, un empleado del puente salió a la barquilla, patinó y se rompió un brazo». Según publicó la prensa bilbaína, Mikel Uriarte accedió con su vehículo en la plataforma que se desplaza colgada del puente a una velocidad de 13 kilómetros por hora, superior a la velocidad media a la que acceden otros conductores.

La jiminiega señaló que en el año 2005 falleció un hombre, trabajador de la autoridad portuaria, al caer desde el puente y que, en el 2008, un comerciante de más de 50 años sufrió heridas «que le han dejado secuelas de por vida sólo le dieron una cantidad por la moto». Ahora que se ha iniciado la lucha por la seguridad «recibimos el testimonio de una chica, testigo del accidente del 2005 y a la que nunca se pidió que prestase declaración y nos explicaron cómo resbaló una chica que iba en una moto y estuvo a punto de caer».

El 1% Cultural «en pintura». Cheli González recordó que la Unesco declaró el transbordador, de 118 años de antigüedad, Patrimonio de la Humanidad en el 2006 «y la Unesco dice que estos monumentos deben ser seguros. No puede ser que a alguien que pasea junto al acueducto de Segovia le caiga una piedra y todavía le echemos la culpa de lo sucedido». Además, se mostró sorprendida porque, en su restauración, «se han gastado 1,8 millones de euros —procedentes del 1% Cultural, que pagamos todos— en pintarlo y no han dedicado nada a seguridad».

En una lucha que gana adeptos, los Uriarte-González han impreso y buzoneado más de 300.000 trípticos, explicando las deficiencias que observan en una infraestructura del Ministerio de Fomento (depende de la autoridad portuaria), cuya gestión se adjudicó a una empresa privada. Fruto de la campaña han sido las 42.700 firmas recogidas en favor de esta causa, labor en la que han colaborado activamente los amigos de Mikel Uriarte. Además, en la inauguración de la restauración de la obra de ingeniería un grupo de personas se manifestó solicitando más seguridad para el transbordador.

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