Mansilla ofrece las cuatro mejores verbenas de León

Mansilla de las Mulas entra de lleno en la fiesta pagana que se nutre de la misma pasión que el fervor mariano que muestra la localidad y la comarca del Esla medio y bajo en la devoción que ofrece a la patrona, la Virgen de Gracia.

Mansilla se llena mañana de charangas y estruendo, en una aportación de jolgorio que recupera el paso y el ritmo tradicional de las fiestas que parecía liquidado por la pandemia. En Mansilla hay bautizo de quintos y hora fija de verbena, a las doce; los Sobraos comienzan en la primera sesión el repertorio en ese marco tan cautivador que encaja en la plaza del Grano, monumento leonés de primer orden. En Mansilla de las Mulas las cosas relevantes se anuncian con toque de campanas; el día grande de las fiestas también, con el repique que llama a la gente a la fiesta desde la ermita, las iglesias de santa maría y san martín, y el Ayuntamiento. Ese día grande que es el sábado pone en la tarde una pieza imprescindible en un programa festivo de altura, con el pregón a cargo de Andrés Rodríguez, mansillés, músico, vinculado al Coro local Santa María desde hace una década, que explicará al paisanaje y forasteros e invitados los motivos por los que Mansilla es centro de fiesta y celebración. De recuerdos y de proyección. Entre bloques paganos, paréntesis religioso y de arraigo popular, en esa salve a la Virgen de Gracia acompasad con las voces del coro de Santa María. Habrá estallido de luz en el cielo del centro de la vega, que dará pie a los primeros compases de la orquesta Cañón, un clásico de las verbenas leonesas que pone más dulce al horno mansillés. Apegado a la fiesta, la lucha leonesa, con el gran corro, otro punto fijo e del calendario estival de los aluches. Flamingo compone la melodía de esa tercera jornada en otra madrugada de verbena desde el Grano. La orquesta Medianoche culmina la maratón de baile, el lunes, día 12. Mansilla colorea con oferta para todos los públicos una fiesta armada con la ilusión de las Peñas.