Los municipios afectados por el incendio del Teleno siguen a la espera de ayudas

En el día de ayer se cumplieron ocho años del inicio del gran incendio que arrasó gran parte de los pinares de la Sierra del Teleno y que se conoció generalmente como incendio de Castrocontrigo por tener su origen en dicho municipio, concretamente en la pedanía de Torneros de la Valdería. Las llamas hicieron que el incendio afectara además de a Castrocontrigo, a otros cuatro municipios (Quintana y Congosto, Luyego de Somoza, Destriana y Castrillo de la Valduerna), dejando totalmente calcinadas cerca de 12.000 hectáreas; de las cuales casi el 70% eran montes de Utilidad Pública. De esas 12.000 hectáreas, más de 8.500 hectáreas eran de pinos resineros.

Una situación que no han querido dejar pasar por alto desde el Ayuntamiento de Luyego de Somoza, y ocho años después de este terrible suceso, han realizado un escrito —al que también se han sumado los consistorios de Castrocontrigo y de Quintana y Congosto— al consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para recordarle que su consejería se comprometió a realizar una inversión de 5 millones de euros para tratar de recuperar los montes; ayuda que por el momento siguen sin recibir.

«Como representantes municipales sabemos que los presupuestos suelen condicionar las iniciativas políticas y creemos que en este caso no debería ser un gran obstáculo. Decimos esto porque tras el incendio se prometió una inversión cercana a los 10 millones de euros que se realizaría a partes iguales entre el Ministerio de Medio Ambiente y la consejería que usted preside», señalan en el escrito. No obstante, apuntan que «la administración estatal acometió los trabajos financiados por su parte en los años 2013 y 2014, pero aún quedan por ejecutar los cerca de 5 millones de euros que prometió su consejería».

Al respecto, indican que «sabemos que esos 5 millones no serían suficientes para hacer frente a un plan de restauración a 20 o 25 años, pero pueden servir para dar un primer paso en el camino de la recuperación». Por otro lado, en lo relativo al resto de la financiación necesaria, le hacen llegar a Suárez-Quiñones que «tenemos la convicción de que cada euro que su consejería destine a la restauración de estos montes no será un gasto, sino que tendrá el carácter de una inversión que retornará sus beneficios a la vuelta de unos años».

Asimismo, le recuerdan al consejero que «en aquellos días, el incendio se vivió como una gran tragedia para toda la comarca por la pérdida de recursos que suponía, pero también por el componente emocional que supone ver cómo se desintegran paisajes y estampas que te han acompañado durante años en el día a día y que están ligadas a los recuerdos y supervivencia de varias generaciones». «A gran parte de la población le salieron los dientes en estos montes, porque de estos montes salía una parte importante del sustento de las familias», enfatizan.

De hecho, en el escrito aseveran que «creemos firmemente que esa unión entre paisaje y paisanaje debe mantenerse y que para ello es imprescindible que los montes sean una fuente de empleo y de recursos como lo han sido siempre»; sin embargo, lamentan que «a día de hoy, tenemos una gran parte de nuestra superficie forestal muy lejos de cumplir esa función y no vemos que exista una planificación por parte del gestor (la consejería que usted preside) para recuperar las masas forestales que previamente existían en la zona quemada y ponerlas en valor junto con las que se libraron de ser pasto de las llamas».

«No es necesario ir muy lejos para comprobar los beneficios de una planificación similar a la que nos gustaría que se hiciera en la zona afectada por el incendio de 2012», añaden, a la par que invitan al consejero a visitar a la zona afecta en 1998 por un incendio en Tabuyo del Monte para que vea que la planificación funciona.