Siete municipios se unen para exigir a la CHD la limpieza del río Tuerto

Fue a principios del mes de agosto cuando el Ayuntamiento de Valderrey reclamó por escrito a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) —con más de 200 firmas de vecinos— que procediera a la limpieza del cauce del río Tuerto a su paso por las localidades de Carral y Barrientos a fin de evitar posibles inundaciones en caso de posibles avenidas de agua ante el consiguiente peligro que suponía para lo población de ambos pueblos, en su mayoría personas de avanzada edad.

Pese a ello, la CHD todavía no ha dado ninguna respuesta al Consistorio de Valderrey, por lo que desde la Concejalía de Medio Ambiente de dicho municipio, han dado un paso más allá y se han puesto en contacto con otros municipios por los que pasa el río Tuerto para denunciar el estado «lamentable» en los diferentes pueblos y exigir su «inmediata» limpieza.  

Fruto de ello es un escrito en conjunto remitido ayer por siete ayuntamientos de esos municipios por los que transcurren las aguas del Tuerto. A esta queja de Valderrey, ahora se han sumado los consistorios de San Justo de la Vega, Riego de la Vega, Santa María de la Isla, San Cristóbal de la Polantera, Villaobispo de Otero y Villamejil. Al respecto, en un comunicado de prensa, la concejala de Medio Ambiente de Valderrey, Noelia Rodríguez, señaló: «que siete alcaldes y concejales de estos ayuntamientos nos unamos en algo tan importante tiene que reflejar la preocupación que sentimos por nuestros pueblos, su estado y conservación».  

Desde estos municipios vienen reiterando desde hace tiempo escritos de queja por el mal estado del río Tuerto, afluente del Órbigo, a su paso por las diferentes localidades de cada uno de ellos. En varias localidades, años atrás, ha habido inundaciones y desbordamientos por el aumento del caudal.  

El cauce del Tuerto a su paso por los pueblos de los siete municipios se encuentra lleno de vegetación de árboles y arbustos de ribera que dificultan el discurrir del agua y en caso de riadas, avenidas pluviales o nivales durante el otoño e invierno o fuertes lluvias, esto podría provocar, como en otras localidades, graves inundaciones afectando a la población, sus viviendas y enseres.  

Tras intentar de varias formas contactar con la CHD, en el escrito conjunto señalan que «no sabemos qué tiene que pasar para que sean conscientes de la realidad inminente y de la gran preocupación que tenemos en nuestros municipios sobre el estado del río». Por ello, reiteran que se limpie el río través del programa de adecuación de cauces que la CHD comenzó en el año 2000, «eliminando el arbolado seco y restos de vegetación, retirando obstáculos que interfieren negativamente en el flujo normal del cauce, con el fin de mejorar la capacidad de desagüe y reducir así el riesgo de desbordamiento ante posibles crecidas y riadas del caudal».  

El principal escollo de esta queja es que la CHD cuenta con un periodo de 18 meses para dar solución a este tipo de reclamaciones que le llegan desde los ayuntamientos, por lo que puede que el problema vaya para largo.