El Museo se prepara para mostrar el mayor archivo minero de la Comunidad

«El pueblo en sí es un museo, deberíamos hacerlo visitable». Esta fue una de las primeras impresiones del consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, que ayer visitó el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero. Una vez en el interior de la Ferrería de San Blas reiteró. «Es impresionante, espectacular, de lo mejor que he visto». En la visita, que duró casi dos horas, el consejero estuvo acompañado por el director del Museo, Roberto Fernández, y por el alcalde de la localidad, Francisco García. En su recorrido visitó las instalaciones del archivo, el edificio de exposiciones, los restos de los altos hornos y la Ferrería de San Blas.

Javier Ortega recorrió el Museo donde anunció que en los próximo meses el Centro de Sabero acogerá la apertura del Archivo Histórico Minero de Castilla y León, asegurando que «la sociedad necesita de nuestros archivos, porque en ellos no sólo se conserva un extraordinario caudal de conocimiento, sino que, además actúan como garante de los derechos de los ciudadanos y son el pilar sobre el que se construye una acción pública basada en principios democráticos y de transparencia». El consejero señaló que en base a esos principios el MSM abrirá al público este nuevo archivo, con cientos de miles de documentos pertenecientes a las empresas mineras más importantes de la Comunidad .

Javier Ortega resaltó que «la puesta en marcha del archivo ha permitido salvar el patrimonio documental de estas empresas, que ya forma parte de la historia de la Comunidad, y ponerlo a disposición de todos aquellos interesados en la investigación de nuestro pasado como región minera por excelencia».

El consejero destacó la disposición a colaborar y el apoyo del Ayuntamiento de Sabero para poner en marcha este proyecto, facilitando un edificio anexo al museo, que ha posibilitado el espacio necesario para este archivo, con capacidad de crecimiento a medida que se pueda incorporar documentación de otras empresas en situación similar a las ya incluidas.

Los fondos del archivo provienen, en su mayor parte, del extinto archivo de la Hullera Vasco Leonesa , uno de los archivos más importantes, con fondos procedentes de otras veinte sociedades vinculadas a la actividad. La liquidación de esta sociedad minera trajo consigo el consiguiente riesgo de pérdida de su archivo. Las gestiones realizadas por la Consejería de Cultura y Turismo, en un largo proceso de más de cuatro años, culminaron con la adquisición de estos fondos para su custodia y tratamiento en el Museo de Sabero.

Los altos hornos

Javier Ortega visitó también las excavaciones que se están llevando a cabo desde hace unos días en el patio de los hornos altos de la Ferrería de San Blas, lugar que no había sido objeto de intervención, avanzando el consejero que los trabajos finalizarán en los próximos meses, dejando la puerta abierta a nuevas intervenciones, dependiendo del resultado de los trabajos.

La falta de trabajos en esa zona de lo que fue la Ferrería de San Blas, donde estaban ubicados los dos hornos, el taller de moldería, los cubilotes de fundición y otros elementos, dejaba muchos elementos ocultos y tener una visión clara de la magnitud de los Altos Hornos, así como que dificultaba la comprensión del trabajo de la Ferrería en su conjunto, sobre todo tratándose de una de las partes fundamentales como la fundición del mineral de hierro.

Los trabajos están calculados que duren casi tres meses y un mes más para la clasificación y estudios de los restos encontrados. A lo largo de este tiempo se llevarán a cabo actividades didácticas complementarias.

Lonja de laminación

Antes de entrar a la Lonja el Consejero pudo apreciar las obras de artes de la exposición que se encuentra en la Plaza San Blas, anexa al edificio, y recibió explicación de parte de los artistas allí presentes. Tras admirar el interior de la Ferrería, realizó una visita por las distintas secciones del Museo con explicaciones detalladas del director.

Javier Ortega señaló que el museo ha cumplido las funciones para las que nació , «conservar un lugar emblemático de la historia industrial de Castilla y León; conservar y difundir el trabajo y la cultura de un sector, el de la minería y la siderurgia, la sociedad y la cultura de la Comunidad y dinamizar la economía y la vida cultural de una zona rural castigada por el fin de la actividad minera». Muestra de ello, dijo, es la recuperación de miles de piezas que ya integran los fondos del museo, así como la celebración de más de cien exposiciones temporales.