Caminos a Santiago
Nace una asociación para impulsar una ruta jacobea descrita en el siglo XV
El itinerario fue descrito en el siglo XV por el monje alemán Hermann Künig von Vach y cuenta con información muy minuciosa
Ayuntamiento de Santa Marina del Rey. JESÚS F. SALVADORES
La Asociación Cultural Amigos del Camino de Künig, con el objetivo de potenciar el itinerario jacobeo que describió en el siglo XV el monje alemán Hermann Künig von Vach, ha quedado constituida durante una reunión celebrada en el Ayuntamiento de Santa Marina del Rey.
Surge para apoyar el estudio, difusión y promoción como lugar de peregrinaje del recorrido descrito por ese religioso en una guía publicada por primera vez en Estrasburgo (Francia), en 1494, principalmente en la parte que afecta a territorio español, han informado fuentes de la organización.
Impulsará la realización de publicaciones, así como de proyectos y trabajos de recuperación, la promoción de las vías jacobeas y la organización de actos culturales entre otras actividades dirigidas al estímulo de los valores de la peregrinación.
El monje alemán Hermann Künig von Vach publicó en 1495 una famosa guía de peregrinación a Compostela cuyo texto vio la luz en Estrasburgo con el título de 'Die walfart und Strass zu sant Jacob', impreso en el taller de Mathias Hupfuff.
En las tres décadas siguientes fue reeditada en varias ocasiones, la última en Leipzig (1521), fecha en la que se produjo la eclosión del movimiento religioso de la Reforma, con el que la peregrinación desde Centroeuropa hacia Compostela declinó.
La obra de Künig está escrita con un fin de orientación práctica y fue muy utilizada. Se detecta en ella mucha información minuciosa, fruto de la observación personal, con detalles interesantes respecto a caminos, peajes y monedas.
Marca un recorrido hasta ahora relativamente poco divulgado, la vía de Suiza, y también el que une Santiago con Aquisgrán-Colonia.
En esa línea de modernidad, según las mismas fuentes, el monje recurre a una visión fría y objetiva, cercana a la mirada de un viajero renacentista, más seducido por la curiosidad y el interés material de las ciudades que por los milagros y las reliquias.
El texto es corto y rimado y en el plano español destaca por la definición de dos variantes suaves del Camino Francés para superar las asperezas de los Montes de León y las estribaciones de la sierra del Courel en la provincia de Lugo.
En la primera define el camino de las poblaciones leonesas de Santa Marina del Rey y Cerezal de Tremor y en la segunda lleva la ruta peregrina por la ciudad de Lugo.