Diario de León

Especies en peligro

El número de osas ha pasado de 6 a 38 en la Cordillera Cantábrica en los últimos 20 años

Tras superar el momento «crítico» en los noventa, la especie empieza a superar la situación de peligro de extinción

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León

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El último censo de osas con crías en la Cordillera Cantábrica correspondiente al año 2018, y elaborado conjuntamente por Castilla y León, Asturias, Galicia y Cantabria, apunta a existencia de un total de 38 hembras y 66 crías.  

Unas cifras que invitan al optimismo en cuanto a la conservación de la especie y la esperanza de que en pocos años esta especie emblemática de la Cordillera Cantábrica pueda ser considerada como en fuera de peligro de extinción, tal y como afirmaron ayer el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climática del Gobierno de Cantabria, Antonio Lucio; el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y Léon, José Ángel Arranz, y la jefa de servicio de Espacios y Especies Protegidas del Principado de Asturias, Teresa Corominas.  

De las 38 hembras censadas, 31 se encuentran en la subpoblación occidental, de tal manera que 22, con 38 crías, pertenecen a la zona occidental de Asturias, y 9, con 14 crías, al oeste de León.  

Los 7 restantes, que tienen a su cargo 14 crías, se hallan en el núcleo oriental, repartidas entre Palencia (4), León (2) y Cantabria (1).  

La evolución es tan evidente que desde 2008, cuando tan solo se contabilizaron seis osas en la subpoblación occidental y ninguna en la oriental, se ha pasado en la actualidad a sumar 38 ejemplares entre ambas zonas. Esto significa que tras superar el momento «crítico» que experimentó la especie en la década de los años noventa hasta ahora, las comunidades se enfrentan a un nuevo escenario de gestión en la Cordillera Cantábrica ante la convivencia cada vez más estrecha entre el ser humano y los osos pardos y el incremento que ha experimentado la especie en cuanto a número de ejemplares.  

El responsable medio ambiental de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, destacó el aumento del área de distribución en el que habita esta especie en la Cordillera Cantábrica, así como su mayor presencia en el corredor central que une los núcleos occidental y oriental de la Cordillera Cantábrica.  

Un nuevo escenario que ha llevado a las administraciones a poner en marcha nuevas medidas de gestión que se adapten a los nuevos hábitos poblacionales de esta especie, como las acciones de recuperación de osos heridos o abandonados y las ayudas por daños de la fauna silvestre, entre las que destacan las destinadas a las colmenas y que han permitido reducir de manera considerable los daños en las cuatro comunidades autónomas.  

CENSO DE OSAS CON CRÍAS  

Para lograr estos resultados, las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León, Asturias y Galicia llevan varias décadas estudiando a esta especie emblemática de la Cordillera Cantábrica y sus conclusiones apuntan a una notable recuperación, si bien, han precisado, es precio seguir cuantificando con censos de población esta tendencia.  

Para ello, se realiza un seguimiento coordinado de las unidades familiares de osas con cría mediante la observación directa de los ejemplares, la toma de fotografías y vídeos, la detección y reconocimiento de huellas, así como la obtención de imágenes mediante foto trampeo. En su elaboración y desarrollo cuentan con el apoyo de los equipos de campo de organizaciones no gubernamentales dedicadas a la conservación de esta especie, como la Fundación Oso Pardo, la Fundación Oso de Asturias y el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes.  

También colaboran el Seprona de la Guardia Civil y la guardería de campo de los cotos de caza, así como naturalistas, cazadores, montañeros y habitantes de las zonas oseras que cada día se sienten más vinculados con la conservación del oso pardo cantábrico.

 

 

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