Diario de León

CAMPO

El oídio deja la cosecha de lúpulo en 830.000 kilos, un 17% menos

Los cultivadores esperaban que el ataque se tradujera en una mayor pérdida de población

Dos agricultores cortan las trepas durante la cosecha del lúpulo. JESÚS

Dos agricultores cortan las trepas durante la cosecha del lúpulo. JESÚS

Publicado por
Alberto Domingo
León

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La campaña de lúpulo ha finalizado este año con una producción de 830.000 kilos de flor, un 17% por debajo del millón de kilos de media que produce la provincia, según datos que facilitó el presidente en funciones de Lúpulos de León, SAT, Alberto Martínez. El dato no se aleja mucho de los 860.000 kilos de la campaña de 2018 —año que estuvo marcado por los daños del granizo— y mejora las primeras estimaciones de los productores, que apuntaban a una caída del 24 al 30% de la producción sobre la media, debido al brote de oídio que afectó a las explotaciones. La enfermedad fúngica llevó a que se adelantara el arranque de la campaña.

Las primeras estimaciones de los agricultores apuntaban a un resultado peor para esta campaña por el aspecto que presentaban las plantaciones de la zona de Carrizo de la Ribera y el resto del Órbigo Alto. Sin embargo, en el Tuerto y en la zona de Villoria de Órbigo la afección del hongo «no ha producido tanto daño», apuntó Martínez. Lúpulos de León espera ahora que Hopsteiner facilite los datos definitivos de contenido de ácidos alfa de la flor entregada, que quizá resulte «ligeramente más bajo» que el año pasado.  

Los lupuleros se han enfrentado este año a la enfermedad fúngica sin principios activos eficaces para combatirla, cuando el año pasado obtuvieron una autorización excepcional para el uso de tratamientos. Aun disponiendo de tratamientos eficaces autorizados contra el oídio para otros cultivos y cuando en otros países productores de lúpulo disponen de permiso para la aplicación de determinados fitosanitarios, la poca superficie de lúpulo que existe en España —unas 569 hectáreas, de las que 535 corresponden a León— evita que las empresas de fitosanitarios inviertan en los ensayos para obtener la autorización administrativa, habida cuenta del alto coste que supone con respecto al beneficio que obtendrían por la venta del producto.  

En cuanto al comportamiento de las variedades Eureka y Apollo, introducidas por primera vez en explotaciones leonesas este año —con unas 37 hectáreas de cultivo nuevo o en sustitución de la variedad Columbus—, el presidente de los lupuleros señaló el buen comportamiento de Eureka, «muy resistente» ante el oídio. No ha sido tan buena la respuesta de la variedad Apollo, que, sin embargo, ha aguantado algo mejor que las variedades ya asentadas en León.  

Objetivos para 2021  

No se espera que la introducción de nuevas variedades tendrá especial relevancia el próximo año, ya que no será hasta 2021 cuando las industrias cerveceras españolas emitan su opinión sobre estas. Será en esa campaña cuando se decida su impulso definitivo, bien «arrancando Nugget» —la variedad más extendida— o si se opta por su plantación en nuevas parcelas. Alberto Martínez destacó la mayor producción que se consigue con Apollo y Eureka, con riquezas medias del 17% frente al 11% del Nugget, si bien «la patente es de Hopsteiner», lo que conlleva la obligación del cultivador de vender la producción a esta firma.  

En cuanto a la renovación tecnológica de las explotaciones, una vez finalizada la adaptación de los secaderos, los agricultores están obligados a entregar la totalidad de su producción prensada en 2021. El año que viene se mantendrá el compromiso de que la mitad de la flor se entregue prensada, al igual que se había establecido para este año. Martínez apuntó que a las explotaciones de menor tamaño «no les resulta rentable la instalación de prensas», en especial si precisan acometer obra civil en sus instalaciones para disponer de más espacio, lo que podría solucionarse bien llevando la flor a prensar en a las instalaciones de Hopsteiner o de otro productor, a cambio de un pago por el servicio.

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