Diario de León

SIGUE EL CICLO DE LA VIDA EN LA CORDILLERA

Los oseznos se emancipan

Con la llegada de la época del celo en la especie, los cachorros nacidos el año pasado abandonan el nido para vivir por su cuenta.

Dos imágenes captadas por las cámaras de la Fundación Oso Pardo muestran a la osa alejando al macho de sus crías. DL

Dos imágenes captadas por las cámaras de la Fundación Oso Pardo muestran a la osa alejando al macho de sus crías. DL

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La Fundación Oso Pardo ha grabado en el occidente de la cordillera Cantábrica las imágenes del cortejo de un macho a una hembra, que repele al animal porque va con sus crías, lo que provocará que en pocos días, se produzca la emancipación de los oseznos y continúe el ciclo reproductor de esta especie.

La cordillera Cantábrica vive en estos días el celo de los osos, que no solo lleva a la reproducción de la especie, sino que induce a la emancipación de los oseznos de año y medio de vida, que saben que es el momento de iniciar una nueva etapa sin su madre. El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, explicó ayer que este tipo de comportamiento es el habitual de los osos en la época de celo, que está directamente relacionado con la emancipación de los crías —que nacieron a principios del año anterior— y que permite el inicio de su nueva vida. Como se contempla en las imágenes de la Fundación Oso Pardo, una osa encaramada en un cortado rocoso con dos oseznos, defiende a sus crías frente a un macho en celo, que se acerca para cortejarla.

La osa ataca en varias ocasiones al macho, que al final desiste, aunque en la mayoría de casos, días después obtendrá su propósito. Palomero precisa que en ningún momento el objetivo del macho es atacar a las crías, sino cortejar a su madre, pero una osa con oseznos nunca se dejará «camelar» por un oso.

Sin embargo, días después, como también han observado en muchas ocasiones los técnicos de la Fundación Oso Pardo, la misma osa, que ha dejado «independizadas» a sus crías, inicia, en ese momento, el cortejo con el macho al que rechazó antes.

Palomero insiste en la coincidencia de la época de celo con el momento en el que se producen la mayoría de las separaciones familiares de estos animales, para así comenzar un nuevo ciclo reproductor.

Sin embargo, separarse de su madre no significa que los oseznos vayan a elegir un camino por separado, ya que en la mayoría de los casos las crías que se emancipan, mantienen sus lazos y suelen permanecer juntos un año más, hasta que tienen casi tres. Tampoco, que un macho se acerque a una hembra con crías, supone que los osos solo opten por reproducir con osas que ya han sido madres, porque también elijen a las que aún, «por cualquier motivo», no han tenido descendencia.

El vídeo captado por las cámaras de la Fundación Oso Pardo en los montes de la cordillera Cantábrica se puede ver en la edición digital del Diairo, www.diariodeleon.es.

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