Los partidos prevén un fin de año agrícola agitado pese a los últimos pactos
Las reformas de la Política Agrícola Común (PAC) y de la Ley española de Cadena Alimentaria, recién concluidas, marcan dos hitos ante un fin de año que se presenta para el campo con muchas batallas abiertas, como el alza de costes de producción y las movilizaciones, según el balance de los principales partidos políticos españoles con representación en la Eurocámara.
Con la llegada de diciembre, la Unión Europea (UE) ha cerrado tres años y medio de negociación de la nueva PAC –que se aplicará en 2023-, el Gobierno ha publicado los planes estratégicos para ponerla en marcha en España y el Congreso de los Diputados ha aprobado la revisión de la Ley de la Cadena Alimentaria, que entre otras novedades prohíbe la venta a pérdidas.
Las decisiones aportan seguridad jurídica y avances a los agricultores, pero insuficientes, según han admitido los eurodiputados españoles de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (PE).
Además, las organizaciones agrarias han retomado sus movilizaciones para llamar la atención sobre sus dificultades económicas.
Los europarlamentarios han discrepado en su balance del año que finaliza, pero han coincidido en los retos del sector primario.
De la Granja a la Mesa
Han destacado la estrategia europea De la Granja a la Mesa —que eleva los requisitos ambientales en la producción agroalimentaria—, los gastos en los insumos (fertilizantes, carburante o electricidad) y la necesidad de que los agricultores perciban un precio justo en sus operaciones con la industria y los supermercados.
La socialista Clara Aguilera ha declarado que el año termina «razonablemente bien», pues la PAC «reúne las condiciones adecuadas» para que se siga apoyando a los agricultores.
Juan Ignacio Zoido (PP) ha expresado su preocupación, en un encuentro reciente con periodistas, por los «derroteros» que pueden tomar las políticas europeas, especialmente en alusión a la estrategia De la Granja a la Mesa.