Las pedanías amenazan con ir a la justicia si la Junta no les da voz en el parque regional

El parque regional Montaña de Riaño y Mampodre lleva 28 años funcionando y las pedanías han formado una asociación para exigir a la Junta de Castilla y León el cumplimiento de las normativas; en caso de que no se cumplan esta demanda, amenazan con llegar a los tribunales para salirse del parque. De las 47 juntas vecinales del parque, 32 forman parte de esta asociación. Las administraciones locales tienen derecho a ocho representantes en la junta gestora del parque regional a los cuales nunca se les ha convocado ni se ha contado con ellos.

«Nunca nos han convocado ya que la política de la Junta ha sido divide y vencerás», señala el presidente de la asociación Luis Eugenio Alcalde, quien tienen bien claro que ellos tienen la ley a su favor y si la Consejería de Medio Ambiente no cambia su política en el parque «iremos a los tribunales ya que están incumpliendo la ley que ellos aprobaron, el plan de ordenación de recursos naturales del parque regional». Ello implicará que las juntas vecinales iniciarían una iniciativa parlamentaria para salirse del parque regional. «La consejería pinta el parque como algo idílico y bonito, pero se ha convertido en una pesadilla para los habitantes», señala.

La gente ya está harta de tantas restricciones y ninguna compensación. «Ya nos prohíben a los vecinos de Riaño que no seamos ganaderos o propietarios de fincas, transitar por las pistas», señala Alcalde, quien denuncia que primero le echaron de la cota 1.100 del embalse para bajo y «ahora nos prohíben ir de la cota 1.100 para arriba. La gente mayor ya no puede ir a por agua al valle de Hormas, por ejemplo». Señala que lleva tres años reuniéndose con las juntas vecinales y los vecinos para conocer la opinión sobre el parque. «El 100% de la gente me ha dicho lo mismo, que este parque es una pesadilla aunque la Junta lo venda muy bonito», añade.

Denuncia que como propietarios de los terrenos nunca se les informa de los trabajos que se realizan en sus propiedades. «Nos enteramos cuando ya está hecho todo. No consulta con nadie», comenta para indicar, que, además, otros de los malestares de los representantes locales es que la Junta de Castilla y León saca un presupuesto para el parque que «nadie, más que ellos, sabe cuánto dinero es».

Contra la población

Recuerda que se había prometido que con el dinero del parque se crearía empleo y se mejoraría la calidad de vida de los pueblos, pero «el único beneficio del parque es el trabajo de cinco personas durante cuatro meses al año haciendo veredas». Por poner un ejemplo del «despropósito», dice que sólo hay que irse a la pagina del parque regional y señala, por ejemplo, que el valle de Hormas es un espacio natural apenas alterado por la mano del hombre. «Hormas está abandonado lleno de maleza, escobas o árboles caídos, arroyos, caminos y pistas destrozados. Aquí hace que no se limpia ni se oliva años. No sabemos en qué gastan el dinero», por lo que exigen que se creen cuadrillas permanentes de personas trabajando todo el año para fijar población y empleo.

Desde la creación del parque regional hace 28 años lo único que «hemos tenido han sido prohibiciones, abusos y ninguneos, por tanto confiamos que se dé un cambio radical en la gestión del parque, y que las promesas que durante años han hecho, como creación de empleo, inversiones, mejora en la calidad de vida o progreso de los pueblos se lleven a efecto», matiza Alcalde, quien cree que ya ha llegado el momento de que el parque sea gestionado contando con los vecinos de los municipios y los ayuntamientos y juntas vecinales, y no que todo se decida solo desde despachos en Valladolid o León capital.