la ercina
Peña El Castro recupera parte de la historia
Lucha entre cántabros y romanos al pie para poner en valor las excavaciones.
Un momento de la recreación de la batalla entre cántabros y romanos.
El Ayuntamiento de La Ercina y la asociación de desarrollo de Sabero, Cistierna, y La Ercina (Adsacier) pusieron en marcha ayer unas jornadas de recreación histórica con la representación de las guerras astur-cantabra contra los romanos. Se trata de poner en valor las excavaciones en Peña El Castro que han sido abiertas en unos trabajos que duran varios meses. Sobre las 12,00 horas se representó las batallas entre los cántabros y los romanos que contó con la presencia de numeroso público. Le siguió una comida de hermanamiento. Por las tarde se realizó una visita guiada a las excavaciones de la Peña El Castro.
El alcalde de La Ercina Ignacio Robles dijo que la representación de esta batalla es el acto festivo de la finalización de la primera fase de las excavaciones que han supuesto una inversión de 40.000 euros subvencionados por Adsacier. «Lo que pretendemos es que la gente aprecie el valor de estos restos y sean los máximos defensores de las excavaciones y de los restos que están apareciendo».
Las excavaciones de la primera fase finalizarán a finales de este mes. Ahora que se ha puesto en conocimiento de todas las instituciones la importancia de este castro el objetivo es buscar financiación para una segunda fase, según señaló Robles. «Es un llamamiento a todas las instituciones para que en los presupuestos de 2014 incluyan una partida presupuestaria para este castro de La Ercina».
En la representación de la batalla se dieron apuntes históricos y se explicaba lo que se reprsentaban sobre el campo de batalla. Así en el año 29 antes de Cristo toda la península estaba ocupada por los romanos salvo el territorio de los Cántabros y Astures. En el año 27 comenzaron las guerras de estos pueblos contra los romanos que se alagaron casi una década que termino su anexión al imperio romano. La caída de Lancia abrió el avance de las legiones romanas por los valles del Esla y del Porma que subieron reduciendo los poblados del llano hasta la montaña, donde las guerras serían más difíciles que hasta el momento.