Plantean un plan turístico para frenar el fantasma de la despoblación en la Cabrera

La despoblación es un tema preocupante y son muchos los pueblos que ven reducida su actividad hasta llegar incluso a la completa desaparición. La zona de La Cabrera es un claro ejemplo de esta pérdida progresiva de vida, que hace que se vayan diluyendo poco a poco las oportunidades de crecimiento de la zona.

Lorena Carrera Martínez, graduada en Turismo y Ocio, ha focalizado su interés en esta problemática, por lo que ha desarrollado un plan de turismo rural en la zona para aprovechar sus características particulares y atraer visitantes. El estudio elabora un plan de desarrollo concreto, analizando con detenimiento toda la problemática y estableciendo soluciones.

Según apunta la investigadora. «el amor por esta tierra es lo que me ha llevado a elaborar un plan de desarrollo turístico para la comarca, soy de Barcelona pero he veraneado toda mi vida en Trabazos, el pueblo de mis abuelos».

Para ella, toda la situación de decreciente vida es algo que le apena, «he visto como los pueblos están desapareciendo y convirtiéndose en fantasmas, desde que comencé la carrera, mi sueño a sido revitalizar la zona». De esta forma considera que el turismo rural es «una oportunidad para poner en valor los recursos naturales, culturales y patrimoniales de la zona, y una herramienta capaz de revitalizar y a la vez mejorar la vida de los locales». Para llevar a cabo su estudio realizó un diagnóstico y entrevistas a diferentes asociaciones como el Instituto de Estudios Cabreireses y Asociación Cabrera Natural, negocios de casas rurales y residentes.

Gracias a esta investigación, se generó una visión del tipo de turismo que podría funcionar y de las necesidades y retos que presenta desarrollar el territorio turísticamente. Esta parte del proyecto «dejó latente la implicación y el deseo de los cabreireses en que se produzca un cambio a mejor en la comarca, lo cual resultó esperanzador y positivo». Según ha podido comprobar, La Cabrera «debería centrarse en un turismo basado en el atractivo de su naturaleza, de sus paisajes, de sus pueblos, su arquitectura y su gente, un lugar del que disfrutar pausadamente». Por ello se propone la creación de una red de turismo lento.

Tras profundizar en las diferentes problemáticas de la zona, Carrera identificó cinco ejes con unas acciones a trabajar.

El primero de todos tiene que ver con la creación de un equipo de trabajo turístico capaz de debatir y llevar a cabo acciones velando por los objetivos del proyecto.

El segundo está relacionado con las infraestructuras, proteger y conservar el patrimonio arquitectónico de la Cabrera, la mejora en las vías de acceso, puentes, carreteras y crear nuevas infraestructuras de uso turístico.

El tercer eje se refiere a nuevos productos con el que se debería ampliar la oferta turística e incentivar el emprendimiento en la comarca.

El cuarto son los recursos económicos tan necesarios para llevar a cabo cualquier proyecto, en este punto, el estudio propone acciones para generar ingresos que financien las actividades y la búsqueda de subvenciones y ayudas.

El quinto y último eje propone acciones relacionadas con la comunicación que propone crear una marca turística e identificar la comarca como destino ideal para la tipología de turismo deseada.

Para la investigadora, «la Cabrera tiene un gran potencial y es necesario empezar a mover unos engranajes, hay que emprender camino y por supuesto los inicios siempre son exigentes, pero partimos de la ilusión y la esperanza de los cabreireses y de la implicación desinteresada de muchos de ellos con su tierra».