El pueblo del que todos han oído pero nadie conoció

Los libros, documentos y legajos esconden historias maravillosas. Bien lo sabe Javier Benéitez, que en su afán por documentar los pendones concejiles de todas las localidades de la comarca del Páramo, a veces, se topa con sorprendentes descubrimientos. Es el caso de su trabajo sobre el de Zuares del Páramo, en el que ha conseguido certificar la existencia del desaparecido poblado de Royuelos, del que todos los vecinos habían hablar y otros investigadores habían escrito pero nadie conoció, y de la existencia de una ermita con el mismo nombre, algo que es todo un descubrimiento.

Cuenta Benéitez que la historia documentada de Zuares del Páramo arranca en el año 905 en Oviedo, cuando el 20 de enero, en un privilegio del rey Alfonso III de Asturias, padre de los tres primeros reyes leoneses (García I, Ordoño II y Fruela II), se nombra a la localidad de ‘Suares’. «Se sabe que este documento se refiere a Zuares del Páramo al localizarlo junto a los lugares de Villamañán y Laguna, pudiendo ser Laguna de Negrillos o Laguna Dalga», comenta Benéitez.

La siguiente noticia vinculada a Zuares se produce 11 años después, el 26 de junio del 917 y hace referencia a su lugar anejo de ‘Riolos’, traducido como ‘Royolos’, denominado posteriormente como ‘Royuelos’. El documento describe los bienes que el Abad Iquila, del monasterio de San Cipriano del Condado, dona al desaparecido monasterio de Santiago de León. Iquila concede a la Abadesa Monnoya, entre otras heredades, tres villas en el lugar de Bercianos del Páramo, una de ellas en el término de ‘Royolos’. Aquí está nuestro desaparecido poblado. Ese que está en la memoria colectiva de Zuares del Páramo, existía en el siglo X.

Ochocientos años después, en el Catastro de Ensenada de 1753 Royuelos del Páramo ya aparece descrito como un «despoblado» divido en dos partes, una perteneciente a Zuares del Páramo y otra a Villar del Yermo. Así dice: «(Zuares) tiene además un término despoblado que llaman Royuelos, que está dividido en este lugar y el de Villar del Yermo. Lo que corresponde a Zuares ocupa de levante a poniente un quarto de legua, del norte al sur otro algo más, y de circunferencia cinco quartos de legua poco más o menos. Linda al oriente y mediodía con término de este lugar, al poniente con la raya de Santa Cristina y Laguna de Alga, y al norte con el mismo despoblado correspondiente a Villar del Yermo». El diezmo de los frutos del despoblado de Royuelos toca ‘in solidum’ a don Bernardo Carreño de Luna, vecino de Villamañán y beneficiado de él. Tanto Zuares como su parte del despoblado de Royuelos pertenecían al Duque de Nájera, mientras que Villar del Yermo y su parte de Royuelos al Marquesado de Astorga, según relata Benéitez, que añade que «aunque algunos hablan de la existencia de dos poblados diferentes, Riolos y Royuelos, en verdad los documentos hablan siempre de una misma localidad. Otros lo ubican erróneamente como anejo de Santa Cristina del Páramo».

El último apunte localizado del desaparecido lugar data de 1834 cuando en el Real Decreto de 21 de abril, que trata de la Subdivisión en Partidos Judiciales de la Nueva División Territorial de la Península, se recoge la pertenencia de Royuelos del Páramo a Zuares del Páramo. Pero el gran descubrimiento con el que se topó Javier Benéitez es la existencia de la ermita de Royuelos, algo hasta ahora desconocido, asegura. Aparece en el ‘Libro de fábrica’ de la parroquia de san Pedro de Zuares del Páramo que recoge las cuentas desde el año 1622 a 1880.

Ya en junio de 1622 el arcipreste Luis de Grajal toma cuentas a los mayordomos de la iglesia de San Pedro en Çuares, Juan Barrera y Juan de la Parra, y en el apartado ‘data’ dice: «más de quarenta maravedís de aderezar el candado de la ermita de Royuelos». Aquí está. Hace casi 400 años.

Hay muchas más la referencias. En 1629, en las cuentas tomadas a los mayordomos de la parroquia, Simón Amez y Juan de la Parra, aparecen otros cinco apuntes sobre la ermita. «Cuatro reales y 22 maravedís de una cántara de vino cuando se destechó la ermita de Royuelos que se gastó la gente»; «28 reales de dos vigas de la ermita»; 15 reales de tres cántaras de vino para tapiar la ermita de Royuelos»; «22 maravedís de vino para cuando los ‘vizcaínos’ vinieron a ver la ermita».

«Desde este año 1629 en adelante no se encuentran referencias expresas a esta ermita de Royuelos, por lo que puede darse el caso de que cuando reseñan que ‘tapiaron la ermita’, ésta dejó de utilizarse», comenta el investigador.

Finalmente Benéitez señala que en la colección documental del Archivo de la Catedral de León (775-1230) se recogen hasta ocho documentos relacionados con venta de heredades, donaciones, linderos... en los que se nombra a ésta desaparecida localidad de Royuelos, en sus diferentes acepciones: Ryolos, Roiolos, Ruuiolos y Ruviolos.

Hoy no queda el más mínimo vestigio de Royuelos del Páramo pero, a pesar de que hace 267 años el Catastro de Ensenada ya hablada de un «despoblado», los vecinos del Zuares del Páramo lo siguen manteniendo vivo en su memoria transmitida de padres a hijos y no tienen dudas de dónde se encontraba, aunque no quede ni una ruina. Adivinen cómo se domina al paraje aún en la actualidad. Pues sí, Royuelos. Está ubicado a menos de un kilómetro al oeste de Zuares en una zona con una laguna que, a pesar de estar rodeada del más moderno regadío, no se cultiva como si fuera una inconsciente forma de respeto a los antepasados que allí vivieron.