Pueblos resignados a quedarse sin su fiesta
El municipio de Prioro es uno de los que mantiene la tradición de San Isidro como fiesta local con su procesión con el santo. Lo habitual es que los ganaderos se reunan en el santuario de la Virgen de la Velilla y cenar por la noche en un restaurante. «Este año no se celebrará esta festividad y toca felicitar a los ganaderos vía email», señala Francisco Escanciano alcalde de Prioro, quien asegura que la despoblación ha supuesto el abandono de fincas y terrenos y es necesario adaptarle para la llegada de nuevos ganaderos dado que «se reconocen pocos pastos a la hora de solicitar la PAC y eso es un problema para el ganadero». Considera que hay que empezar una campaña de limpieza y desbroces de montes para poder tener más hectáreas y a la vez tener más ganaderos. «Actualmente estamos muy justos con las hectáreas que puedan disponerse para la PAC. Ya dicen los ganaderos que nos está comiendo el monte».
En Alija del Infantado, su alcalde, Abilio Panero, asegura que la suspensión de la celebración de san Isidro «supone un palo muy grande» porque «es un fiesta muy arraigada de padres a hijos para la bendición de los campos, pero no nos queda otra que esperar al año que viene para poder rendirle honores».
El alcalde de Cebrones del Río, Amado Fernández coincide en que «la suspensión de la fiesta es una faena, pero ahora mismo por la seguridad y la salud de todos en lo que toca», ya que se trata de un municipio dedicado fundamentalmente al sector agrario. Resalta que el sector en estos momentos que es «fundamental», aunque no ve que pueda ser motivo de atraer a más personas y, sí lo es, cree que en su municipio «es muy complicado que puedan dedicarse a la agricultura porque prácticamente todo el campo está ocupado».
San Millán de los Caballeros debía celebrar hoy una de sus fiestas grandes y sacar en procesión al santo patrón de los labradores y repartir cerca de 1.500 bocadillos de escabeche entre gentes llegadas de toda la comarca. En su lugar el Ayuntamiento llevará a casa de vecino el bocadillo, cumpliendo todas las medidas sanitarias, para que «por lo menos sepan que es fiesta y lo puedan comer en familia», comentaba a ayer el alcalde, José Alberto García.
En Sabero, este año se echarán de menos la procesión y la tradicional subasta de productos donados por los vecinos «y el baile que por la noche se organizaba en el «barrio del medio» de Sabero. El pedáneo, José María Escapa, que lanza un mensaje de ánimo a los vecinos, afirma que quedan dos explotaciones dedicadas a la ganadería extensiva de vacuno. Sin duda esta ganadería extensiva es uno de los sectores desde los que se puede asentar población en el medio rural, aprovechando eficientemente los recursos del territorio con las razas autóctonas.