Punto y final a los dos grupos
El proyecto elaborado por Naturgy contempla el desmantelamiento de los dos grupos de la central térmica. El primero se puso en marcha en 1971, con una potencia de 284,2 megavatios, y el segundo en 1984 con casi 371 megavatios. Se crearon como grupos diseñados para quemar carbones de las explotaciones mineras de la zona, aunque desde hace tiempo se complementan con carbón de importación. La Ley del Sector Eléctrico contempla que el titular de la instalación tiene la obligación de desmantelarla tras el cierre definitivo, «salvo que la autorización administrativa permita lo contrario»; y de someterse a la Ley de Evaluación Ambiental, con especial atención a los espacios y especies protegidas. Naturgy defiende que «las actuaciones proyectadas suponen una mejora ambiental del emplazamiento, al eliminarse de manera definitiva la actividad industrial en el espacio colindante con la Red Natura 2000» en el río Esla y afluentes.
La previsión de la multinacional eléctrica es el desmantelamiento de las instalaciones perimetrales de la central térmica, la zona de carboneo, los dos grupos térmicos y las instalaciones de tratamiento de aguas. «Además se desmantelarán las estaciones de inmisión gestionadas por Naturgy en las áreas exteriores a la parcela de la central».
Como instalaciones perimetrales se destruyen las oficinas, zonas de almacenaje, talleres y subestaciones, vestuarios, botiquín, aparcamientos, nuevo silo de cenizas, básculas,... En la zona de carboneo se demolerán las instalaciones de almacenamiento y distribución de carbón en la central, alimentación aérea y subterránea de tolvas, edificios de transferencia,, balsa de decantación, rotopala y aplicadora,...
Por lo que respecta a los dos grupos térmicos, suponen la desaparición de las principales infraestructuras de la térmica, en las que hasta hace poco se desarrollaba el proceso productivo de generación de energía eléctrica. Son, dentro del proyecto, las principales estructuras de gran volumen tanto a nivel metálico como de obra civil. Naves de turbina y tolvas, caldera, tanques de agua, laboratorio químico, chimenea, silos de cenizas y escorias, balsas de decantación,... A los que hay que sumar la desaparición de las instalaciones de tratamientos de aguas.