«Hay que romper los prejuicios con la discapacidad»

Comenzaron hace 20 años con doce empleados y ahora suman más de 800, 500 de ellos en León, y tienen presencia en países como México y Dinamarca. Soltra ha sabido adaptarse a las necesidades del mercado siendo lo más flexibles y prácticos posible, y olvidándose de las discapacidades de las personas y centrándose solo en las capacidades que ofrece. Ese es el secreto del éxito de esta empresa que facilita la inclusión social, según explicó ayer su gerente, José Antonio Idoeta, que considera necesario un cambio de los valores actuales del empresario, que «deben dar oportunidades a las personas que de otra manera no las tendrían lo que les abocaría a una situación dramática», en referencia a los trabajadores con algún tipo de discapacidad, «sin que nadie nos resuelva la situación, sino sacando nuestro trabajo adelante con nuestros propios medios».

En este sentido, destacó que hay que «romper los prejuicios con las personas con alguna discapacidad, ya que pueden dar la misma respuesta que cualquier otro tipo de trabajador».

Para Idoeta trasladar todo ese esfuerzo de integración desde su actual ubicación en la Virgen del Camino a las zonas rurales «sería sumamente complicado», ya que no hay medios de transporte adaptados suficientes para sus trabajadores. Lo que sí considera el responsable de Soltra es que «no solo hay que mirar la cuenta resultados, sino facilitar entornos amigables para trabajar».