Diario de León

El pueblo se rebela

«Lo que quieren hacer en el cementerio de Abadengo es una profanación»

Una sentencia obliga a exhumar todos los cadáveres por una reforma sin licencia en 2009

Los vecinos han colocado carteles de protesta por la sentencia y han dejado flores en la puerta. DL

Los vecinos han colocado carteles de protesta por la sentencia y han dejado flores en la puerta. DL

León

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A las puertas de la celebración del Día de Todos los Santos, los vecinos de Abadengo de Torío todavía no saben a ciencia cierta si podrán ir a visitar a sus difuntos. Sobre su cementerio pesa una ejecución de sentencia por la cual antes del día 11 de octubre tenían que estar exhumados todos los cadáveres que reposan desde 1841 en este campo santo. Todo, por unas obras de rehabilitación y colocación de nuevos nichos efectuadas en 2009 y cuyas licencias quedaron sin efecto. La falta de permisos hizo que el Juzgado de lo Contencioso número 1 de León condenara al Ayuntamiento de Garrafe de Torío a pagar las costes del juicio, como responsable urbanísco de la obra, y anulara la licencia de obra de la Junta Vecinal de Abadengo de Torío.

«Como la obra es ahora mismo ilegalizable, aunque no lo diga la sentencia expresamente, la única salida es la demolición», explica el nuevo abogado de la vecina que lleva una década luchando para que el cementerio al lado del cual se encuentra su vivienda pase a la historia.

«Esto es un claro caso de especulación urbanística», sentencia el cura del pueblo, Celestino González de Celis, que ha sido además secretario de la Cofradía de Nuestra Señora de la Encarnación de Palacio y Abadengo.

Puerta cerrada
Los vecinos no han podido acceder estos días, previos a los Santos, a limpiar y llevar flores a sus difuntos

Don Celestino lamenta que finalmente esta vecina se haya salido con la suya, por unas obras de reforma con las que se quiso adelecentar _que no ampliar como se ha dicho_ el cementerio. «Cierto es que a lo mejor no se hicieron bien las cosas, pero lo que nadie se pensó es que esto iba a suponer el fin para el único cementerio que tiene el pueblo», asegura.

El sacerdote afirma, sin pelos en la lengua, que lo que se pretende hacer en este cementerio es «una profanación», y no solo de los últimos enterramientos que se hicieron cuando sobre el campo santo ya pesaban las primeras medidas cautelares, sino de todos los que reposan desde 1841, cuando se redacto la primera partida de defunción. Con el libro de registro en la mano, don Clestino apunta a que son 177 las personas que hay actualmente enterradas, en contra de lo que dijo recientemente la Junta Vecinal, que afirmaba que los anteriores responsables de la misma había hecho una monda durante las obras. «Pero, esta gente ¿sabe lo que es una monda?», se pregunta el sacerdote, y explica que para retirar restos mortales de un cementerio se tiene que hacer en presencia de un sacerdote y de dos testigos, y que se tiene que levantar un acta, «y eso aquí no se ha hecho», sentencia González de Celis.

Entierros desde 1841
​ El cura afirma que hay 177 cadáveres enterrados y desmiente que se haya hecho una monda

El sacerdote apela al sentido común de todas las partes implicadas para que muestren un poco de sensibilidad con el futuro de este cementerio donde están enterrados todos los antepasados de Abadengo. «Se sea creyente o no estos cadáveres tienen la dignidad de persona humana, por lo que tienen que ser respetados», concluye.

Por su parte, los familiares de los afectados han denunciado que estos días no han podido acceder al campo santo para limpiar y llevar flores a sus difuntos. «La Junta Vecinal no nos ha dado la llave, dicen que abrirán el Día de Todos los Santos, pero ya veremos».

Mientras, los vecinos esperan una respuesta de la Junta Vecinal para que se les indique cómo tienen que exhumar a sus familiares y donde se van a llevar sus restos, ya que el plazo dado por la sentencia ya ha vencido. «No nos vamos a negar a cumplir una resolución judicial por injusta que nos parezca pero tampoco vamos a permitir la demolición del único cementerio que tenemos», concreta una vecina.

La Junta Vecinal asegura que ha remitido la sentencia de nuevo al juzgado para que sea su titular el que decidá qué hacer cn los restos y donde llevarlos.

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