Los remolacheros ven el final del cultivo y auguran el cierre de la fábrica de La Bañeza

m. rabanillo | león

La decisión de British Sugar de reducir el precio de la remolacha la próxima campaña no sólo empobrecerá el campo leonés y acabará con el sector en la provincia; también se llevará por delante la planta de La Bañeza y sus empleos directos e indirectos. El secretario general de Asaja León, José Antonio Turrado, calcula que la próxima campaña el cultivo perderá una cuarta parte de los agricultores y de las hectáreas y que ello supondrá que la fábrica de La Bañeza rendirá a menos de la mitad de su capacidad. Aunque Turrado señala que Asaja «no va a poner fecha de caducidad» a la planta, asegura que Azucarera podrá molturar toda la remolacha de la Comunidad en una sola fábrica y que «la mejor situada es la de Toro, eso no es un secreto para nadie».

En una rueda de prensa, con presencia del presidente de Asaja, Arsenio García, y de Marino Fernández, representante del sector remolachero de la organización agraria, Turrado aseguró que la reducción del precio anunciada por la multinacional no sólo no está justificada, sino que es «unilateral y muy sustancial», puesto que a los productores leoneses les supondrá perder hasta 8 euros por hectárea. A su juicio, la compañía se ahorrará 3,7 millones al año gracias a suprimir el 15,5% de los ingresos del agricultor.

La organización agraria descarta acciones legales pues considera que la decisión es «irreversible» y que, aunque este año hayan entrado en pérdidas, en el bienio 2014-2016 «han repartido hasta 60 millones de euros en dividendos». Por eso considera que debería «aguantar el tipo» porque «el agricultor que abandona el cultivo no vuelve». Respecto a la decisión de Acor de mantener el precio, el secretario general de Asaja León asevera que vender la remolacha de León a la cooperativa vallisoletana no es una opción y que «quien tomó la decisión de hacerlo por una ‘vendetta’ prendió la mecha y estas son las consecuencias».

También UCCL se pronunció ayer en el mismo sentido. Para la Unión de Campesinos de Castilla y León los agricultores darán «la espalda» al cultivo a pesar de su carácter «estratégico» en la Comunidad. La organización agraria acusó a la industria de estar «haciendo las maletas» y de dejar «en la estacada» a un sector que ha hecho «numerosos esfuerzos» pero que no ha encontrado en la industria más que «zancadillas permanentes» que han ido ocasionando el abandono de este cultivo.

A juicio de UCCL, el sector «no tiene credibilidad» y, con la excepción de los remolacheros «han fallado todos los actores», tanto Azucarera, como las organizaciones profesionales agrarias firmantes del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) y la administración. UCCL insistió en que su postura siempre fue contraria a ese documento que «no daba ninguna seguridad» y que dejaba «trampas abiertas» para la decisión unilateral de la industria.