Diario de León

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La rotación de cultivos acabaría con el alto rendimiento del maíz en León

Asaja denuncia que la obligación de cambiar cada año afectaría a cuatro mil agricultores

En la provincia hay cerca de 78.500 hectáreas de maíz sembradas. MARCIANO PÉREZ

En la provincia hay cerca de 78.500 hectáreas de maíz sembradas. MARCIANO PÉREZ

León

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El secretario general de Asaja de León, José Antonio Turrado, aseguró ayer que la rotación de cultivos perjudica más a los productores de maíz de la provincia de León que a los del resto de Europa

«Todos los productores de maíz de Europa están muy preocupados ante la obligación que pretende imponer la nueva PAC de cambiar todos los años de cultivo en todas las parcelas de la explotación», señala Turrado, que afirma que hay agricultores que se dedican desde hace décadas a este cultivo.

Es precisamente esto lo que ha permitido a la provincia de León contar con unos rendimientos por hectárea muy superiores a la media europea. Y es que según apunta Turrado, los cuatro mil productores de maíz de la provincia de León, con 78.500 hectáreas sembrada este año, obtienen producciones medias de 13.000 kilos por hectárea y producciones frecuentes de más de 15.000. «Es difícil encontrar otro cultivo que entre en la rotación que permita rentabilidades similares, y así por ejemplo el trigo de regadío tiene una rentabilidad un 40% inferior, y porcentajes todavía mayores en cultivos oleicos como el girasol o la colza». Por el contrario, en el resto de Europa, con unas producciones de maíz en el entorno de las 7,5 toneladas por hectárea, hay muchos cultivos que entran en la rotación con unas rentabilidades similares, entre ellos los cereales de invierno, los cultivos oleicos, las proteaginosas, muchos forrajes y por supuesto la patata y la remolacha. «Ellos sí tienen alternativas desde el punto de vista económico, mientras nosotros no», asevera el responsable de Asaja.

Líder en rendimiento

León, con hasta 15.000 kilos por hectárea, tiene los más altos de Europa con unos 7.500 de media

Turrado apunta además, que el maíz, lejos de esquilmar el terreno, actúa como mejorante al incrementarse cada año los rendimientos y no acusar el cansancio de la tierra.

Una situación que, según Turrado, sí ocurre con otras producciones, y tanto es así que en zonas productoras como León hay fincas que durante décadas no han visto otro cultivo y cada año se obtiene de ellas mejores cosechas.

«Los defensores del maíz argumentamos que es un cultivo de los que menos agua necesita por materia seca producida, que incorpora todos los años al suelo toneladas de materia orgánica y consecuencia de ello un almacenamiento de carbono que contribuye a reducir los gases efecto invernadero», ha añadido Turrado.

A estos buenos efectos del monocultivo del maíz, el líder sindical ha añadido que el cultivo apenas requiere tratamientos pesticidas para su cultivo y que el mismo es muy eficiente en la absorción del nitrógeno evitando así escorrentías que contaminen las aguas.

Unos beneficios medioambientales a los que ha añadido que el maíz tiene un mercado seguro compitiendo en precio a nivel internacional, que produce el doble de oxígeno por hectárea de lo que lo hace una masa boscosa absorbiendo el anhídrido carbónico y que tiene potencial genético para incrementar cada año las producciones.

Ademas, en España, y en particular en León, es un maíz cultivado en regadío, por lo que para ello el Estado y los agricultores han hecho unas grandes inversiones en los sistemas de riego que hay que amortizar y ello solo es posible con cultivos que ofrezcan una rentabilidad razonable.

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