Una ruta señalizada y con cada vez más albergues y servicios
Las presidentas y presidentes de los Grupos de Acción Local (GAL) que impulsan el Camino Olvidado a través de un proyecto Leader, destacaron ayer por encima de todo «la capacidad de cooperación», que ha logrado que «este proyecto se convierta en realidad».
En el congreso estuvieron representados el Gal Ceder Merindades de las montañas del norte de Burgos, el Gal Montaña Palentina y los tres de la provincia de León por donde pasa esta senda histórica que lleva ante la tumba de Santiago: Cuatro Valles, Gal Montaña de Riaño y Asodebi, el grupo de acción local que defiende los intereses de la Comarca del Bierzo. Esa unión, destacaron, es la que ha hecho posible «el reconocimiento oficial como camino» y, por lo tanto, el acceso a ayudas institucionales para divulgarlo.
Después, los gerentes de los Gal hicieron un repaso de los logros conseguidos, un camino que «está perfectamente señalizado» sin riesgo de perderse, la dotación «cada vez mayor de albergues para los peregrinos» o el «apoyo de los comerciantes de los municipios por los que pasa la senda», para los que se abre una nueva fuente de ingresos.
La historiadora Cristina Párbole Martín, la profesora y escritora Marta Prieto Sarro y el investigador David Gustavo López abordaron el otro patrimonio aún más oculto del Camino Olvidado, el que hace referencia al patrimonio inmaterial, incluidos los nombres de los lugares y su origen histórico. José Antonio Cuñarro Expósito, experto en Caminos de Santiago, narró su experiencia personal mientras que las Asociaciones de Amigos del Camino Olvidado, las primeras impulsoras de esta ruta espiritual, del Camino de Santiago, Pulchra Leonina, Promonumenta y del Viejo camino de la Montaña a Santiago desgranaron los valores de este sendero, utilizado desde hace siglos por los peregrinos.
Entre dos representaciones teatrales de Sara Trevis e Isaac Tortajada a modo de paseo por el camino Olvidadao, siete peregrinos contaron su viaje y las razones por las que han quedado «atrapados para siempre» por esta ruta a Santiago que «está poco masificada», que «ofrece una viaje de soledad e introspección, un camino olvidado que ayuda a olvidar cosas que era necesario olvidar, un «camino del corazón» y un «camino para no olvida». Destacaron además las hospitalidad de los vecinos de estos pueblos, «que hasta nos han invitado a desayunar en sus casas».
Todos anunciaron su intención de regresar «para volver a ver y para volver a sentir». Una experiencia única en un camino «muy especial», que Carmen Mallo, presidenta del Gal Cuatro Valles y de la Asociación Leonesa del Camino Olvidado, invitó a recorrer.