Una sentencia anula las licencias municipales de un bar-discoteca
El local excedía los niveles de ruido e incumplía los requisitos de seguridad.
Entrada del pub Caelis en la calle Gabriel Franco.
Los vecinos de la calle Gabriel Franco esquina con Prieto de Castro en Astorga, donde se ubicaba el pub- discoteca Caelis (Caelis Party y Caelis Chic), han ganado la batalla jurídica a este local, como lo estima la sentencia dictaminada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de León. Se reconoce así la ilegalidad de las licencias, ambientales y de apertura, que otorgó el Ayuntamiento a este establecimiento que, durante el tiempo que estuvo abierto, produjo un gran número de quejas vecinales por el incumplimiento de los horarios y los niveles de ruidos permitidos. El juzgado entiende que el Consistorio tramitó de forma ilegal los permisos no sometiendo a información pública el estudio acústico de la instalación que se presentó fuera de plazo.
La alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, aseguró que «en el expediente administrativo tramitado por el Ayuntamiento no consta ningún informe contrario a la concesión de los permisos anulados, sino todo lo contrario, los técnicos actuantes, e incluso la Comisión provincial de Actividades Clasificadas de la Junta de Castilla y León informaron positivamente en relación con la concesión de las licencias ambiental y de apertura».
La resolución de juez confirma, sin embargo, los argumentos de los vecinos que alegaron numerosas molestias e incluso obtuvieron mediciones de ruido en sus domicilios que superaban notablemente los máximos permitidos por la ley.
El bar-discoteca Caelis abrió en este emplazamiento en los carnavales de 2006, y durante un año desarrolló su actividad sin ningún tipo de licencia. Los vecinos emprendieron entonces una batalla legal que obtuvo su primera victoria en 2008 cuando lograron que un juzgado declarase el cierre y precintado cautelar de la discoteca.
Pub Caelis incumplía además, según la sentencia, numerosas medidas de seguridad. El local, por ejemplo, no contaba con el número mínimo de salidas en caso de incendio.
Por el contrario, la sentencia desestima la indemnización de 60.000 euros que pedían los vecinos en concepto de daños morales.