Sólo dos médicos estarán disponibles mañana para atender a cien pueblos

a.g. valencia | astorga

La agonía de la sanidad rural se agrava día a día sin que la consejería ponga remedio. En cada jornada, desde hace ya muchos meses, son varios los consultorios donde un cartel anuncia que no hay consulta por libranza, por baja, descansos o vacaciones, sin que la Junta dote de más personal estos centros para garantizar la asistencia a los pacientes. Los médicos y enfermeros rurales están haciendo importantes esfuerzos para llegar a todos los lugares donde se precisa su presencia y el malestar entre los profesionales empieza a ser algo más que evidente. Esta situación se repite a lo largo y ancho de la provincia, pero quizá lo que se vivirá este viernes en la zona de salud Astorga II sea el caso más clamoroso y el que mejor evidencia la situación de los consultorios y el esfuerzo de los profesionales.

La zona de salud Astorga II, donde normalmente trabajan diez facultativos, da cobertura a la totalidad de las comarcas de Maragatería y La Cepeda, donde los cientos de vecinos de estas localidades solo contarán con dos médicos que, este viernes, tendrán que cubrir un área que está formada por cerca de cien pueblos. Una situación provocada por el hecho de que desde la consejería no se cubran ni las bajas, ni las vacaciones ni los descansos pese a las reiteradas peticiones por parte de los profesionales, los ayuntamientos e incluso los vecinos y las plataformas ciudadanas.

A la cantidad de pueblos y pacientes se une además la distancia existente entre ellos y la edad envejecida de buena parte de los habitantes del mundo rural. Tal es la situación que los dos médicos que tendrán que dar cobertura a los cien pueblos mañana ya han manado un escrito al Centro de Salud de Astorga, donde explican que ante la falta de profesionales para sustituir bajas y vacaciones, el equipo médico — es decir estos dos únicos profesionales— asumirá en la medida de lo posible la atención sanitaria de los pacientes, «sin responsabilizarse de las consecuencias que puedan derivarse de las deficiencias de la misma causadas por dicha falta», argumentan.

Los profesionales recuerdan que se trata, además, de un puente, cuando la población en los pueblos aumenta y normalmente también crecen los casos que atender. Están dispuestos a llegar hasta donde sea posible, pero son conscientes de que si se producen varias urgencias a la vez el panorama se antoja complicado, más aún porque al coincidir entre jornadas festivas tampoco habrá transporte a la demanda. «A este paso, la Junta solo va a dejar diez médicos para toda la provincia», ironiza con preocupación una vecina. Una frase que resume el abandono que sienten los habitantes y los facultativos del mundo rural.