Diario de León

PROVINCIA ■ ESPERANZA PARA LA ESPECIE

Los trabajos selvícolas logran la primera recolonización del urogallo en décadas en León

La Junta constata la presencia de la especie, aún en estado crítico, en el 40% de los cantaderos de Alto Sil y Omaña

Los agentes ya han comenzado con el primer censo oficial de la especie en León. AMPACYL

Los agentes ya han comenzado con el primer censo oficial de la especie en León. AMPACYL

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MARÍA CARNERO | LEÓN
León

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La recuperación del urogallo cantábrico, una de las especies más amenazadas del país, está sufriendo un ligero punto de inflexión en los últimos meses, sobre todo en la zona leonesa. Si en los últimos años se ha venido hablando de una continua pérdida de población, que ha situado a la especie al borde de la extinción, informes recientes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León arrojan cierta esperanza en la recuperación, e incluso hablan de la recolonización en algunas zonas, sobre todo en las Zonas de Especial Protección para las Aves de Alto Sil y Omaña, donde ahora mismo se encuentran las mejores poblaciones de urogallo dentro de la cordillera cantábrica. La Junta de Castilla y León lleva varios años haciendo un seguimiento sistemático y riguroso sobre sus poblaciones y hábitats, que continuaron durante la ejecución del Life+Urogallo Cantábrico, y que se realiza en la actualidad con la puesta en marcha del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad y de las líneas prioritarias de actuación, tras la declaración de la especie «en situación crítica».

El seguimiento descrito en el Plan de Recuperación de la especie se apoya fundamentalmente en el trabajo realizado por personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente como son agentes medioambientales, celadores, ingenieros y biólogos, y se cuenta con la colaboración de otros medios propios que tienen encomendado el seguimiento de la especie como es el caso de técnicos y vigilantes de las patrullas oso y urogallo de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.

Estos trabajos de obtención de datos de presencia de la especie se concretan en objetivos dirigidos al conocimiento del área de ocupación y de su tamaño de población, describiéndose con detalle en el Plan Básico de Gestión y Conservación las metodologías a utilizar para alcanzar cada uno de estos objetivos.

Este seguimiento sobre una especie tan emblemática y de tan alto valor para Castilla y León ha sido capaz de recoger, datar y georreferenciar más de 8.400 datos históricos de indicios de presencia en los montes de Castilla y León. Este trabajo se ha ido intensificando en los últimos años, tanto por el mayor esfuerzo técnico de la administración, como por la cada vez más reducida área de ocupación de la especie en la Comunidad.

Este incremento en el esfuerzo realizado sobre la especie ha contribuido a que en los últimos ocho años se hayan obtenido 3.653 datos de indicios de presencia de urogallo, lo que representa el 43% de los datos históricos totales sobre la especie en Castilla y León.

A partir de los trabajos sistemáticos que define el Plan de Seguimiento de la especie se ha podido constatar la ocupación del 40% de los cantaderos tradicionales conocidos en las Zepa Alto Sil y Omaña.

Además de los trabajos propios de seguimiento del estado de conservación del urogallo, son de especial importancia los trabajos de vigilancia de actividades perjudiciales sobre la especie y sobre su hábitat. En concreto, la conservación y mejora del hábitat del urogallo cantábrico ha sido una preocupación constante para la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, interviniendo en los últimos años con criterios de conservación de la especie en más de 300 hectáreas de hábitat susceptible de ser ocupado por el urogallo. Estas actuaciones selvícolas de mejora del hábitat han consistido fundamentalmente en entresacas para la puesta en luz del sotobosque, clave para la especie, y desbroces selectivos para favorecer el desarrollo de especies vegetales de interés para el urogallo, como son arandaneras y acebedas. En estas masas forestales se ha constatado la recolonización de cantaderos que estaban abandonados desde hacía décadas.

No obstante, pese a los esfuerzos de conservación sobre la especie, el constante declive de las poblaciones de urogallo en la Cordillera Cantábrica ha llevado en el 2017 al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (en adelante Mapama) a proponer la declaración de situación crítica de la especie. Esta declaración hace que su conservación así como las actuaciones que se lleven a cabo sean prioritarias y tengan la consideración de interés general.

Para establecer las actuaciones de urgente ejecución para conseguir la mejora del estado de conservación del urogallo cantábrico, el Mapama convocó en diciembre de 2017 a las comunidades autónomas cantábricas y a expertos en la especie, para debatir y consensuar las líneas prioritarias de las actuaciones de conservación. De esta forma se van a llevar a cabo, de forma coordinada entre las diferentes Administraciones y organizaciones colaboradoras, actuaciones englobadas en las siguientes líneas de acción: censo y seguimiento de poblaciones y acciones de conservación in situ y ex situ.

La estimación de la población de urogallo se realizará combinando la información derivada de un muestreo de campo no-invasivo, en el que se recolectarán principalmente excrementos, con la metodología de captura-recaptura espacialmente explícita y basada en muestreos no estructurados y a partir del reconocimiento de individuos por análisis genético de las muestras.

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