La cementera de La Robla
Tudela Veguín apaga su horno diez días por el «inasumible» coste eléctrico
La medida no afecta a los cerca de 200 trabajadores con los que cuenta la cementera roblana
Instalaciones de la cementera en La Robla. JESÚS F. SALVADORES
«Inasumible». Así califican fuentes de la empresa Cementos Tudela Veguín, ubicada en La Robla, el incremento del precio de la energía eléctrica . Hasta un 700 por ciento se ha llegado a encarecer la factura eléctrica en los últimos meses, lo ha obligado a la empresa a tomar la determinación de cerrar por un plazo de diez días desde ayer viernes una parte de la línea de producción de la planta dedicada a la fabricación de cemento. De esta forma se cerrará el horno, el corazón, de la factoría, a la espera de que los precios de la electricidad se normalicen.
La empresa cuenta en estos momentos con un importante stock de cemento por lo que ninguno de sus clientes «quedará desabastecido», según afimaron ayer fuentes de la empresa. La medida no afecta a ninguno de los cerca de 200 trabajadores de la planta, entre fijos y discontinuos, que produce cerca de 300.000 tonelada de cemento al año.
Tudela Veguín es una empresa pionera en la fabricación de cemento artificial en España, con plantas de producción de cemento gris, cemento blanco y cal.
La fábrica fue construida por la Hullera Vasco Leonesa a principios de los años sesenta, y años más tarde fue adquirida por Cementos Tudela Veguín.
En la actualidad, la planta es una de las más modernas de Europa para la fabricación de cliker.
La fábrica roblana tiene una capacidad de producción de cemento de 1.200.000 toneladas al año, aunque en la actualidad roda tan solo las 300.000.
Actualmente se fabrican cinco tipos de cementos, que se almacenan en ocho silos desde los que se distribuye el cemento a granel por carretera o ferrocarril, o se ensaca, paletiza y plastifica.
Desde la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) alertan de la situación límite de las empresas. «Las industrias electrointensivas españolas sufren el encarecimiento de su suministro eléctrico por la escalada de precios del gas natural y de los derechos de emisión que con el impacto de la guerra en Ucrania ha supuesto precios eléctricos en marzo superiores a los 540 euros/MWh, con horas a 700 euros/MWh, nunca vistos en nuestro mercado. En industrias tan sensibles al precio eléctrico y con estos niveles, su actividad está en serio riesgo dada su alta exposición al precio del mercado diario y al no disponer de la mayoría de las medidas regulatorias que tienen sus competidores europeos» avisan.