Diario de León

Patrimonio

La condena de CHD al patrimonio de La Valduerna

El Ayuntamiento de Castrillo de la Valduerna ha realizado un inventario que recoge hasta 20 molinos, sierras, pisones y fábricas de la luz, con el fin de solicitar la declaración de BIC con la categoría de Conjunto Etnográfico para este valioso patrimonio oculto y condenado por CHD que mantiene secas las aguas de sus zayas

Molino El Barrio, de unos 270 años de antigüedad. DL

Molino El Barrio, de unos 270 años de antigüedad. DL

León

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La Valduerna acoge la que probablemente sea la mayor concertación de molinos, sierras, pisones y fábricas de luz que se conocen. Desde Castrillo hasta Velilla de la Valduerna se contabilizan hasta 20 edificaciones que aprovechaban desde tiempos inmemorables el movimiento del agua de las zayas que parten del río Duerna.

Se trata de todo un tesoro hidráulico que el Ayuntamiento de Castrillo de la Valduerna y sus dos juntas vecinales han decidido poner en valor con un inventario y varias iniciativas administrativas.

La más importante, solicitar a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León la declaración de Bien de Interés Cultural para todo este conjunto etnográfico, lo que le convertiría en el primero de la provincia de estas características.

Para empezar, el Ayuntamiento ha realizado un inventario con todos los inmuebles, una valoración de su estado, un plan de alzada, y una investigación sobre sus orígenes y su propiedad, ya que muchos de ellos ni siquiera figuran en el catastro. «Este patrimonio, el que está en manos particulares, es el que más peligro corre, porque ni siquiera está documentado lo que hace más fácil su desaparición», asegura el alcalde de Castillo de la Valduerna , Jesús López.

También se ha creado una pequeña señalización, para lo cual se ha contado con una subvención de la Diputación, que tiene como objetivo dar a conocer todo este patrimonio. Además el Ayuntamiento y las dos juntas vecinales han empezado a adquirir molinos para hacerlos visitables.

Todo está en marcha para poner en valor todo este patrimonio, que en muchos casos data del siglo XV.

Algo fundamental para que todo este conjunto no desaparezca es garantizar un caudal ininterrumpido del Duerna, algo que ha desaparecido en los últimos años por decisión de la Confederación Hidrográfica del Duero, que en 2017 suprimió el curso de agua por las zayas matando a miles de truchas, barbos y peces y quitando el agua a estos molinos centenarios. Esta decisión, que acabó con la flora acuática, también dañó a las estructuras de madera de estos edificios que son de roble y que necesitan estar en inmersión continua para evitar su corrosión.

 Gráfico: M. Á. Alonso

Por eso, desde el Ayuntamiento se ha solicitado al organismo de la cuenca que declare estas zayas como masas artificiales de agua, y se garantice así un caudal ecológico durante todo el año. Para conseguirlo, se ha presentado la correspondiente alegación al nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero.

Según se explica en la memoria elaborada por el Ayuntamiento, la utilización del agua va ligada a la vida de los pueblos desde sus orígenes y a través de la historia el hombre ha ido aprendiendo a regular los cauces por los que circula y a aprovechar la energía que aporta el movimiento de este recurso natural tan preciado. La disponibilidad de agua ha sido esencial en ciertos lugares de la provincia de León ya que permitió que en esas zonas se pudiese desarrollar un tejido industrial que fue sustento de numerosas familias y poblaciones, como es el caso de Castrillo de la Valduerna.

Plan Hidrológico

El Ayuntamiento ha presentado una alegación para recuperar el caudal ecológico en los arroyos

El Duerna es un corto aunque caudaloso río, afluente del Órbigo, que riega los prados del fondo del valle, dedicados antiguamente y en la actualidad a pastos de ganado y cultivo de cereal. Además de para el riego, el agua del Duerna se ha empleado en diversas actividades que han permanecido muy estrechamente ligadas a la forma de vida de los pueblos de la zona, permitiendo el sustento económico de muchas familias. Ejemplos de dichas actividades son la piscicultura, la generación de electricidad, la molienda de grano y lino, el abatanado de tejidos, el lavado de ropa y la transformación de la madera.

Para permitir la distribución del agua a través de las vegas del Duerna se creó una red de canales que recorren los prados y pueblos de Velilla y Castrillo . Dichos canales adquieren el nombre de zayas en esta zona en particular, término recogido por la RAE como propio de la provincia de León. Sirvieron para el riego de prados y huertas, abastecimiento de agua para el ganado, pesca y también para mover artefactos como molinos, pisones y sierras.

Estas zayas nacen del propio río Duerna . En el cauce del río se observan dos presas, la de la zaya de Castrillo a una distancia de 1 kilómetro aproximadamente del pueblo de Velilla aguas arriba y la otra, la de la zaya de Destriana , a unos 500 metros del pueblo de Castrillo.

Estas zayas eran mantenidas por agrupaciones de vecinos y particulares, se limpiaban los cauces, se reparaban y reforzaban las presas una o dos veces al año.

El trazado de las zayas cose el territorio de los pueblos de Velilla y Castrillo de la Valduerna y en torno a ellas se han ido distribuyendo de una forma inteligente diversos ingenios hidráulicos que aprovechan la fuerza motora del agua para actividades de las que extraer un rendimiento económico.

Es singular la numerosa cantidad de artefactos hidráulicos hallada en el Término municipal de Castrillo de la Valduern a y muy notable por otra parte, el buen estado de conservación que muestran la mayoría de los elementos a pesar de carecer de protección alguna o los cambios de uso que han sufrido en algunos de ellos.

Estos ingenios eran albergados por construcciones de gran sencillez técnica y se asentaban en lugares donde la corriente de agua era la adecuada, guardando una separación correcta entre ellas de tal manera que una no reste energía al agua cuando llegase a la siguiente. Así se configura una red a través del territorio que caracteriza y articula el paisaje, y da identidad al valle del Duerna y a los pueblos de Velilla y Castrill o en particular.

Durante el estudio llevado a cabo para la redacción de la memoria se han identificado un total de veinte elementos vinculados al aprovechamiento hidráulico: tres presas dedicada s a la canalización y transporte de agua, un salto de agua para la generación de electricidad, doce molinos harineros o de linaza, dos pisones o batanes y dos sierras. En cuanto a molinos, pisones y sierras , se han encontrado edificaciones en diversos estados de conservación . Un total de trece artefactos se encuentran en buen estado de conservación o se podría reconstruir su estado previo.

La mayoría de ellos conservan sus características constructivas y funciones originales, algunos son visitables e incluso disponen de maquinaria en funcionamiento. Se han identificado algunos edificios con importantes derrumbes y con peligro de inminente desaparición total. Por último gracias a los testimonios recogidos de los vecinos, se han documentado las ubicaciones de dos inmuebles que han desaparecido casi por completo. Se ha conseguido señalar con exactitud el lugar donde existen las trazas de las antiguas s construcciones.

El tipo de propiedad de los inmuebles es en su mayoría privada solamente existen dos construcciones de titularidad pública: El Molinín y el Molino de las Eras de Velilla.

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