Rocío Álvarez: «Vengo con ganas de ayudar a la gente, la cercanía en los pueblos es mucho mayor»

Cambiar de lugar de residencia nunca es una decisión fácil, conlleva una gran cantidad de dudas que surgen en ese momento, así como adaptarse a un nuevo lugar y más cuando se trata de viajar al extranjero, aunque cuando las cosas se tienen claras y las ganas de vivir en un pueblo prima sobre todo lo demás, el camino se hace mucho más fácil, a pesar de que tengas que cruzar el charco para conseguir el objetivo. Esto es algo que sin duda conoce bien la médica, Rocío Álvarez, quien ejercerá su profesión en el centro socio-sanitario Valle de Laciana de Villablino, a partir del próximo día 26 de noviembre.

Esta joven nació hace 31 años en Argentina, aunque sus raíces son lacianiegas. Y es que sus abuelos eran de Caboalles de Arriba y, siendo él minero, emigraron a Argentina en los años 60. Allí se asentaron en la provincia de Mendoza. También cuenta con familiares en Caboalles de Abajo, por lo que «estaba muy vinculada con la zona y me gusta», destaca Rocío, quien le encanta la montaña y la vida en los pueblos.

En Argentina estudió la carrera de médico y termina sus estudios en el año 2017 y ejerció su labor profesional en urgencias de clínicas privadas, en ambulancia», en zona urbana. Durante la pandemia, trabajó en un hospital y tras ello volvió con las ambulancias y consultorios.

Esta será la primera vez que trabaja en el área rural y, según ella, encuentra más ventajas que inconvenientes ejercer su labor en los pueblos. «La cercanía entre el paciente y el médico es mucho mayor», matiza, a la vez que destaca que «en los pueblos al paciente se le puede hacer seguimientos lineales» y conocer su situación así como su entorno.

Esta joven médico abandona Argentina debido a la difícil situación económica que el país está viviendo y se instaló en Málaga hace dos meses, junto con su marido, al mismo tiempo que se apuntó al programa ‘Arraigo’ siendo una vía entre el mundo rural y las personas que viven en entornos urbanos y quieren realizar un cambio de vida, con el objetivo de crear de nuevas oportunidades y el desarrollo sostenible de los pueblos. Tras un tiempo, se ponen en contacto con Rocío Álvarez «ven mi curriculum y me proponen cubrir guardias», que se traducen en un total de cuatro al mes en este centro de salud, y «si hiciera falta algún refuerzo más se podría ampliar»

Una médica que se siente muy ilusionada y contenta «con ganas de ayudar a la gente» y entre sus objetivos se encuentra poder quedarse en la zona como una vecina más «espero poder adaptarme, porque el Valle me gusta mucho», tanto es así que incluso ya se ha empadronado en la comarca, si bien las adversas condiciones meteorológicas no le asustan ya que en Mendoza, «el invierno no es tan frío como aquí, pero a veces también nieva», siendo uno de los puntos que se la ha explicado a esta joven, «me gusta más el frío que el calor, no tendré problema» destacó esta joven médica.