Los veterinarios calculan que el 70% de las nuevas enfermedades son zoonosis

Los veterinarios se han puesto esta semana en pie para reclamar su incorporación real al Sistema Nacional de Salud y para recordar que la Salud Pública está «abandonada». Lo han hecho durante el plazo de exposición a consulta pública en el que el Ministerio de Sanidad ha tenido el proyecto que pretende regular la Formación Sanitaria Especializada. Se trata del Real Decreto por el que se regula la formación transversal en las especialidades en Ciencias de la Salud, las áreas de capacitación específica y el procedimiento de creación de títulos de especialista en Ciencias de la Salud.

Los veterinarios exigen a Sanidad su incorporación al sistema de formación sanitaria y le recuerdan que solamente a través de un enfoque ‘One Health’ se podrá hacer frente a la prevención de enfermedades.

El escrito remitido al Ministerio de Sanidad ha sido elaborado por el Foro de la Profesión Veterinaria de Castilla y León, en el que confluyen las principales fuerzas del sector en la Comunidad (Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León, la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León; único campus en la Comunidad que imparte esta formación universitaria; y el Sindicato Veterinario de Castilla y León (Sivecal).

En el documento, los veterinarios solicitan que se incorporen dos especialidades veterinarias dentro de los títulos de especialista en Ciencias de la Salud: Veterinaria de Salud Pública y Comunitaria y Veterinaria de Animalario de Investigación.

También solicitan que se incluya al graduado/licenciado en Veterinaria entre los títulos de acceso a las especialidades de Análisis clínicos y bioquímica clínica, Genética clínica, Inmunología, Microbiología y Parasitología y Radiofarmacia.

En el escrito, los veterinarios recuerdan que la actual pandemia del coronavirus está mostrando, entre otras muchas debilidades del Sistema Nacional de Salud, que «la Salud Pública está abandonada y precisa de una fuerte inyección de recursos humanos y materiales».

A este respecto, señalan que «es necesaria y no se puede prescindir» de la participación de los profesionales de la Salud Pública Veterinarios en el sistema de formación sanitaria especializada en Ciencias de la Salud y su inclusión en el propio SNS para, entre otras cuestiones «prevenir y combatir zoonosis como la actual y que constituyen el 70% de las enfermedades emergentes y reemergentes del ser humano».

Los veterinarios recuerdan la necesidad de seguir el enfoque ‘One Health’, que evidencia que la salud de animales y humanos así como el medio ambiente están conectados entre sí y las acciones que se toman con unos repercuten al resto de la cadena.

En este sentido, los profesionales veterinarios hacen referencia a las zoonosis que pueden terminar en pandemias y hacen una serie de consideraciones al Ministerio de Sanidad basadas en el informe ‘Pérdida de Naturaleza y Pandemias’ de WWF (World Wildflife Fund):

Una cuestión ambiental

Estas enfermedades y los elementos que aceleran su expansión están directamente vinculadas al tráfico de especies, pero también a la destrucción de bosques o la intensificación de las actividades agropecuarias. En definitiva, a la alteración de los equilibrios naturales y la biodiversidad.

La intensificación de las actividades agroganaderas,  para dar respuesta a un mundo cada vez más superpoblado, constituye otro elemento que propicia la expansión de las enfermedades zoonóticas. «La destrucción de selvas y bosques para dejar sitio a la ganadería y los cultivos es una parte importante en la relación de causa y efecto» en la actual crisis sanitaria.  Así, «el hacinamiento de ganado dispara las posibilidades de que los patógenos pasen de un animal a otro» y ese riesgo se evita comúnmente administrando antibióticos, pero esta práctica «favorece la aparición de nuevas cepas  resistentes a estos medicamentos».

Todo ello está inmerso «en el contexto de un  cambio climático  que amplifica las amenazas a la biodiversidad», en especial por «el incremento de las temperaturas a nivel global, que altera los procesos naturales» y facilita, entre otras cosas,  la expansión de vectores de contagio «como las garrapatas y los mosquitos».

Finalmente habría que considerar también otro inquietante fenómeno relacionado con este aumento de los termómetros, es  la fusión del permafrost, la capa de suelo permanentemente congelada (no necesariamente siempre cubierto de nieve o hielo) de las regiones polares, que «está liberando gases en los que puede haber patógenos» como sucedió en Rusia en 2016 con un brote de ántrax.  «La mejor vacuna para ésta y para las futuras pandemias es la protección de la biodiversidad»  y para ello es necesario «una naturaleza sana y unos ecosistemas equilibrados».