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Familiares de García Lorca, sospechosos de su asesinato

«Los Roldán», primos del poeta, estuvieron detrás del crimen, según se sostiene en «Lorca, el mar deja de moverse». Emilio Ruiz Barrachina dirige el documental basado en una investigación de Miguel Caballero y Pilar Góngora

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Publicado por
MIGUEL LORENCI | texto
León

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«A Lorca lo mataron sus primos». Lo asegura Rafael Amargo en el documental Lorca, el mar deja de moverse dirigido por Emilio Ruiz Barrachina y que se estrenará en salas de cine el próximo mes de septiembre. El documental demuestra, según su director, que los primos del Federico García Lorca, los Roldán , responsables de las funestas escuadras negras , «fueron los instigadores de su asesinato». Un crimen cometido hará 70 años el 19 de agosto y «en el que se mezclan la política, la homofobia y las rencillas familiares». En base a una larga investigación de Miguel Caballero y Pilar Góngora, se establece también que uno de los autores materiales del asesinato de Lorca, José Luis Trescastro Medina, tenía parentesco con el padre el poeta. Estas son algunas de las sustanciosas revelaciones que aporta este documental, que coproducido por la FORTA, se podrá ver en las televisiones autonómicas el próximo mes de octubre. Un documental a cuya presentación se sumó este miércoles el hispanista Ian Gibson, toda una autoridad en el asunto y que está deseando ver el trabajo de Barrachina, Caballerro y Góngora. «Revolucionará el mundo lorquiano y espero que cause el impacto que merece, al demostrar que no estaba todo dicho y que había vacíos en la investigación de la muerte de Lorca» apunta su director. Gibson, que publicó hace tres décadas la primera investigación seria sobre el asesinato de Lorca, ya estableció que Trescastro fue uno de los autores materiales del crimen, pero ignoraba el parentesco con su víctima. Recordó Gibson como él mismo Trescastro se paseó por Granada relatando como «acabamos de matar a García Lorca y yo le metí dos balas en el culo por maricón». Se sabía también que Trescastro estuvo en el piquete que detuvo y transportó en coche al poeta al paraje donde fue asesinado. Lo que Gibson ignoraba y demuestra la investigación de Caballero y Góngora es que la mujer de Trescastro era prima lejana del padre de García Lorca. Runrún Demuestra la investigación histórica algo que era un runrún en la vega granadina, como que detrás de la muerte del poeta estaba su propia familia. Caballero ha desvelado con documentos y un minucioso trabajo las enquistadas rencillas «de poder, económicas e ideológicas» que enfrentaban a esta saga. Una familia que se dividía políticamente entre los García Lorca, significados republicanos, y sus primos los Roldán, «muy próximos a los responsables del alzamiento y pertenecientes a Acción Popular, uno de los pilares de la CEDA, la Confederación Española de Derechas Autónomas». «Fue el gobernador Valdez quien encargó al los Roldán la formación de las escuadras negras que sembraron el terror en la zona y se encargaban de enterrar a los desaparecidos en el barranco de Víznar», explica el director. Ruiz Barrachina asegura que en la obra de Lorca hay claras referencias a las rencillas familiares. «La Casa de Bernarda Alba tiene mucho que ver. Está escrita con mucha retranca y mala baba; es una radiografía de los Roldán y de sus odios y conflictos». Una relación familiar incendiaria cuyas llamas avivó el propio Federico García Lorca días antes de su regreso a Granada, publicando en el diario El Sol que «en Granada se agita la peor burguesía de España». Una burguesía de la que formaban parte la tres ramas familiares: los García Rodríguez, los Rodríguez Alba y los Roldán. Ruiz Barrachina asegura que estas revelaciones «han sorprendido» a la familia Lorca «en cuyo seno ha sido siempre un tabú hablar del asesinato de Federico». «Analizamos su homosexualidad en clave política para demostrar como la homofobia fue una de las causas de su muerte» explica Ruiz Barrachina. Agradece su colaboración a la familia Lorca tanto como Miguel Caballero, que dispuso de un poder notarial que le permitió acceder a documentos nunca vistos. Dos años y medio de trabajo y una inversión de 351.000 euros han sido necesarios para la elaboración de este documental que rastrea a la historia de la familia Lorca desde el siglo XVIII y tiene un duración de cien minutos. Además de Gibson, cuenta con la participación de otros destacados hispanistas, como Paul Preston, y se han realizado casi una treintena de entrevistas a figuras como Pepín Bello, Félix Grande, Fernando Marías o Gerardo y Luis Rosales. El documental arranca en el último día de la vida del poeta en Madrid, para seguirlo en su viaje en tren a Granada y, tras un largo flash back sobre la historia familiar, reconstruir minuto a minuto las últimas horas de la vida del poeta y dramaturgo.

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