Diario de León

Los sabuesos del armamento

Nunca pensamos en ella, pero es esencial para garantizar la seguridad de la sociedad. Son la Unidad de Armas, Explosivos y Seguridad de la Guardia Civil. Al mando, un general leonés, Santiago Caballero Mendaña, artífice de que el reglamento sobre este área tan sensible se desarrolle sin que nadie lo note

León

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En la provincia hay 52.110 armas amparadas con licencia, un dato que demuestra la importancia que realiza la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad de la Guardia Civil. La anécdota es que el general de brigada responsable de este departamento en España es de León y la categoría, la profesionalidad con la que dirige a un equipo de élite. Al general, Santiago Caballero Mendaña, le corresponde planificar, organizar, inspeccionar y controlar las actividades encaminadas al ejercicio de las competencias que la normativa sobre armas y explosivos, artículos pirotécnicos y cartuchería encomienda a la Guardia Civil en todo el territorio nacional.

Pero ¿y en León? La Comandancia es pionera en la Intervención Móvil de Armas y, si bien ha permaneced cerrada durante la pandemia, se reactivará la segunda quincena de septiembre. Se trata de una furgoneta diseñada para facilitar a los ciudadanos la realización de trámites administrativos en materia de armas. El objetivo es doble: por un lado acercar los servicios que la Guardia Civil presta en aquellos territorios con una destacada dispersión geográfica, y por otro, aumentar la capacidad operativa en la vigilancia, control e inspección de las actividades relacionadas con las armas.

En este punto hay que subrayar que la Dirección General de la Guardia Civil podrá llevar a cabo la destrucción de un arma si transcurrido un año de su depósito no ha recibido ninguno de los destinos previstos (recuperación, enajenación, inutilización). La única excepción son las reglamentadas que tengan un valor acreditado como patrimonio histórico. El reglamento de explosivos atribuye a la Guardia Civil la fiscalización de su seguridad desde que se fabrican o introducen en España, hasta que se consumen o salen del territorio nacional. Cuando el explosivo va a salir de un sitio seguro —las fábricas o los depósitos— necesita una guía de circulación que no se expide hasta que las IAEs han comprobado que el transporte y el lugar de consumo están asegurados suficientemente; pero, además, se inspecciona de manera constante y de forma imprevista todo tipo de actividades relacionadas con los explosivos, amén de que, cuando se considera conveniente por la entidad o el riesgo, la Guardia Civil pueda hacerse cargo del servicio con el apoyo de la seguridad privada.

El general destaca que también se somete a control toda actividad en la que aparezcan productos pirotécnicos. Y, en cuanto a las cantidades, explica que depende de la materia, si bien especifica que han sido expedidos en 2020 más de 27.000 guías de circulación. «Dicho de otro modo, se han controlado este número de expediciones, desde la más pequeña —1 metro de cordón detonante y 1 kg de explosivo— hasta varias toneladas que puedan circular en varios camiones, contenedores o barcos que tocan las aguas territoriales españolas», precisa.

La Guardia Civil redactó un Plan General de Control de Explosivos que revisó la actuación de las Unidades de la Guardia Civil, desde la prevención hasta la información, la investigación y el control de las actividades y fundamentalmente, de las personas que tienen acceso a los explosivos.

Pero quizás el gran hito sea la creación de los Equipos de Inspección de las IAEs, 67 equipos desplegados en todo el territorio nacional, de los cuales la Comandancia de León tiene dos: uno en León y otro en Ponferrada. El general alaba su funcionamiento y asegura que ambos llevan a cabo cometido «sin par»: «Las inspecciones necesarias para confirmar que los establecimientos donde se guardan los explosivos y las actividades que se llevan a cabo con ellos se desempeñan conforme a lo establecido en las normas, es decir, de forma suficientemente segura».

Asimismo, Santiago Caballero recuerda qué hacer con los hallazgos de bombas o explosivos de la guerra civil. «Es habitual que se produzcan hallazgos de proyectiles de la guerra civil. En estos casos, el ciudadano lo que debe hacer es no manipularlo y poner en conocimiento lo antes posible, el hecho del hallazgo, del Cuartel de la Guardia civil más próximo o llamando al 062», aclara. Inmediatamente se trasladará al lugar una patrulla de seguridad ciudadana que establecerá las medidas de seguridad pertinentes hasta tanto llegue el Equipo de Desactivación de Explosivos, que se hará cargo del artefacto, para su desactivación o destrucción.

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