Diario de León

Las semillas son la mejor reservapara las especies

Investigadores de nues tra Comunidad trabajan sobre los bancos de semillas, que no sólo son el modo en que una planta produce nu evos individuos, sino también su forma de resistir a c ondiciones adversas que acaban con los individuos adu ltos

Publicado por
O. MENDOZA | texto
León

Creado:

Actualizado:

En su mítico trabajo «El origen de las especies», Darwin cuenta un experimento que cualquiera podría hacer. Tomó tres cucharadas de barro de una charca cercana y las mantuvo húmedas en una habitación. Durante los seis meses que duró el estudio fue contando y arrancando todas las plantas que emergían de aquella sustancia viscosa llegando a contar hasta 537. Este sencillo ejemplo es la primera referencia científica a lo que se denomina «banco de semillas». Su existencia se basa en la facultad de algunas plantas de producir semillas capaces de mantener su capacidad de germinar por largo periodo de tiempo. Se desconoce cuál es el límite que puede permanecer viable una semilla, pero evidencias puntuales indican que algunas han germinado décadas e incluso siglos después de ser producidas. El banco de semillas está presente en casi todos los ecosistemas terrestres. Para comprender su importancia conviene recordar que las semillas no sólo son el modo en que una planta produce nuevos individuos, sino también su forma de resistir a las condiciones adversas (sequías, fuegos, heladas) que, si bien pueden acabar con los ejemplares adultos, son superadas sin problemas por las «frágiles» semillas, que seguirán en el suelo, esperando tiempos mejores. Los bancos de semillas son especialmente abundantes en los ambientes áridos, donde las condiciones de sequía suelen acabar con las plantas adultas. Incluso en estas condiciones existe un gran número de especies que sólo emergen y se desarrollan durante la época favorable (lluviosa) permaneciendo el resto del año como semillas. Matorrales de yesos Estudiar los bancos de semillas que se presentan en un tipo muy especial de ambiente árido, los matorrales de yesos, y conocer el funcionamiento de la vegetación de yesos (muy amenazada) para poder conservarla, es una de las líneas de investigación de José Miguel Olano, profesor del Área de Botánica la Escuela Universitaria de Ingenierías Agrarias de Soria, en la que colaboran expertos de la Universidad del País Vasco y de la Universidad Rey Juan Carlos. Para ello, recogen muestras de ese tipo de suelo y tras cultivarlas en un invernadero investigan qué factores afectan a su tamaño y distribución. Los resultados indican que estas comunidades tienen bancos de semillas muy potentes, con valores medios que su peran las veinte mil semillas por metro cuadrado e incluyen más de ochenta especies de plantas. También han comprobado que dicha cantidad sigue el ritmo de las estaciones; el tamaño del banco es máximo al final del verano, cuando las plantas ya se secaron, mientras que en abril, cuando el campo está verde, la densidad es mucho menor. No obstante, se siguen encontrando varios millares de semillas por metro cuadrado. Igualmente, se ha comprobado que las semillas están mal repartidas en el espacio. Las comunidades de yesos ocupan laderas con mucha pendiente, por lo que muchas de las semillas son arrastradas ladera abajo en cuanto cae una lluvia torrencial. Los bancos son mucho mayores en las zonas bajas y también en las pequeñas concavidades que aparecen en las laderas. Los arbustos también acumulan muchas semillas ya que actúan como trampas, reteniéndolas. Siempre hay excepciones y, así, algunas semillas son capaces de quedarse en las zonas de máxima pendiente y lejos de los arbustos gracias a una sustancia que tienen en su superficie que en cuanto se humedece se adhiere al suelo permitiéndoles resistir al arrastre de la lluvia y favoreciendo su crecimiento en lugares con pocos competidores (si bien en condiciones muy duras).

tracking