Diario de León

CANTO RODADO

Una provincia del interior

Enrique Gil y Carrasco, cuya casa natal se desmorona en Villafranca del Bierzo, publicó hace la friolera de 176 años sus artículos en El Sol, ‘Bosquejo de un viaje a una provincia del interior’.

León

Creado:

Actualizado:

Enrique Gil y Carrasco fue un pionero del periodismo,. A través de los artículos que publicó en el diario El Sol en 1843 descubrió al país y a también a sus paisanos del Bierzo la belleza que se escondía en Las Médulas. Aquella gavilla literario-periodística vería la luz en el libro Bosquejo de un viaje a una provincia del interior.

Hoy Las Médulas, una mina de oro romana a cielo abierto de dos mil años, debería ser una mina de oro para el Bierzo y para León. Pero hay quien se empeña, desde Valladolid, en imponer un modelo de gestión del patrimonio, y del turismo, que no cuenta con los municipios ni con la comarca berciana.

Enrique Sáiz, que durante las últimas décadas ha sido el pretor del patrimonio en la Comunidad, ha preferido la confrontación en lugar de la cooperación. Ahora, hay que celebrar que desde esa Dirección General del Patrimonio se haya dado el paso para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la cuenca minera de Fabero. Ojalá sea algo más que el título que también ostenta el pozo Ibarra de Ciñera de Gordón sin que impida que esa obra emblemática de la comarca de Gordón y de la ingeniería de la era industrial se desmorone, al igual que ocurre con la casa natal de Enrique Gil y Carrasco en la calle del Agua de Villafranca del Bierzo.

Viene esto a cuento de que el PSOE no sólo ha recuperado la Diputación después de seis largos mandatos del PP, con sus peculiares presidencias, sino que por primera vez un berciano ocupa el despacho principal del Palacio de los Guzmanes. Porque aunque la Diputación provincial es la ‘madre’ de los municipios de menos de 20.000 habitantes (108 de 211 en León), sin duda, su potencial va más allá.

Eduardo Morán, alcalde de Camponaraya, recogió el bastón de mando de manos de Matías Llorente, el agricultor-sindicalista que hace 32 años entró como vicepresidente en el Gobierno provincial y hoy repite en el mismo cargo. Llorente entregó el ‘poder’ a Morán como decano de la Corporación —por edad— pero también de manera muy simbólica porque su voto como diputado de UPL (empezó desde las filas de la UCL) es decisivo para la gobernabilidad. Es importante que el Bierzo no se sienta al margen de esta provincia interior, aunque siga añorando aquella provincia —ahora la única comarca reconocida en la Comunidad— que fue durante escaso tiempo a principios del siglo XIX.

Más allá de los equilibrios de siglas, sillas y sillones, se pone a prueba la capacidad para hacer provincia y defender el medio rural de las cacicadas e intereses personales. El consenso se espera sobre todo con los territorios y sus gentes y también con una plantilla que ha de ser cómplice de ese nuevo rumbo provincia que se anuncia prometedor. Todos los comienzos lo son. Pero lo que importa es el camino. Sin los trabajadores y trabajadoras no hay nada que hacer.

En esta provincia del interior que habitamos en el siglo XXI se desmoronan las aldeas y los pueblos, y quedan las urbes y las ubres tocadas por una economía cuyo epicentro se expande despiadadamente desde las grandes ciudades. Hay que hacer piña, pero sin olvidar a los pueblos más pequeños y a las personas más vulnerables.

La Diputación tiene que dejar de ser ese espacio de hombrones, alcaldes y alcaldones, —lo fue incluso durante la época de Isabel Carrasco— y pensar y actuar más en femenino. La paridad aún está muy lejos de alcanzar —las mujeres son menos del 25% de la Corporación— pero con seis diputadas sobre 19 diputados se bate un triste récord. Al PSOE, que aporta cuatro de 12 (33,3%), le faltó un pequeño esfuerzo para alcanzar el equilibrio 40-60%.

El PP sigue en sus trece. Una y no más, santo Tomás.

Lo de Ciudadanos es otro cantar. De tratar de liquidar a las diputaciones a explotar su vena rural. Gema Villarroel, urbanita de La Palomera, tirará de su genealogía berciana. Y quién sabe si cantará esa copla que dice: «Viva el Bierzo, que viva Camponaraya... la provincia de León, lo mejor del mundo entero ».

tracking