Diario de León

el ferrocarril de 1964

Viaje de retorno a los trenes de vapor

León acoge la presentación de un libro en el que se recopilan algunas imágenes inéditas del ferocarril de Renfe en 1964 rescatadas en Estados Unidos

El furgón es un coche UIC-X de origen alemán que estaba equipado con una caldera para suministrar calefacción de vapor al tren.

El furgón es un coche UIC-X de origen alemán que estaba equipado con una caldera para suministrar calefacción de vapor al tren.

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Un repaso por la historia gráfica del ferrocarril español a través las imágenes del reconocido fotógrafo norteamericano Robert F. Collins, todas en color y de 1964. Esa es la esencia del libro Renfe 1964 vapor a todo color que se presenta en León el próximo 13 de diciembre, con motivo del reciente 150 aniversario del ferrocarril en la provincia, y que esconde detrás una curiosa historia.

«Hace dos años, un amigo norteamericano me comentó que había aparecido un archivo de fotos de Renfe en Estados Unidos, obra de un reconocido fotógrafo que contenía diapositivas inéditas, de calidad y, según su criterio, muy interesantes». Así explica los inicios de esta aventura el autor del libro, Antonio G. Portas, un aficionado al tren que no quiso dejar pasar la oportunidad de publicar ese pequeño tesoro porque «suponía dar a conocer un poco más como era nuestro ferrocarril en 1964, en color, pues de aquella época se han localizado muy pocas fotografías. No podían quedar guardadas en una caja, ni formar parte de un archivo que nadie pudiera ver», explica.

Lo tuvo claro cuando llegaron a sus manos. «Además de inéditas, son fotos incunables de nuestro ferrocarril porque en muchas de ellas se muestran escenas que recordaba haber vivido de pequeño y que nunca había visto plasmadas en fotos», relata García Portas.

Su pasión le viene desde pequeño. Antonio hacía largos viajes en tren y a diario veía muchas locomotoras de vapor en funcionamiento. «Me pasaba pegado a la ventanilla del vagón absorbiendo todo aquello que pasaba por delante de mis ojos, el paisaje, los trenes que nos cruzábamos, el ambiente de las estaciones…. Un tren que nada tiene que ver con el de hoy en día», señala melancólico. Con el paso de los años, fue interesándose por otros muchos aspectos como los puentes, las estaciones, las réplicas en miniatura en su faceta de juego, la fotografía, los libros y revistas…todo aquello relacionado con el ferrocarril que alimentase de alguna manera su afán de conocimiento.

Ahora se reconoce satisfecho con la publicación de este libro en el que, salvo unas pocas fotos de tranvías y trenes de cercanías de Barcelona y Valencia, el resto son de Renfe, sobre todo de sus locomotoras de vapor, en los depósitos en las estaciones y en plena vía. Un gran trabajo de recopilación de las imágenes de Collins, que plasmaba a través de su cámara los trenes que eran remolcados en Estados Unidos por impresionantes locomotoras de vapor, mucho más grandes e imponentes que las españolas.

Antonio G. Portas cuenta que, a mediados de los años 50, desapareció la tracción a vapor en Estados Unidos y fue entonces cuando Collins comenzó a viajar por otros continentes en busca de las máquinas a vapor que aún quedaban en funcionamiento. Fue entonces cuando recaló en España. Aquí plasmó la esencia de lo que buscaba por el mundo. Pero este fotógrafo norteamericano falleció en el 2001 y su trabajo fue a parar a otro aficionado que las custodió durante un tiempo y que, finalmente, decidió donar a una institución estadounidense. Parece ser que la parte española no interesó demasiado a sus responsables, que desecharon la parte de Renfe junto a las imágenes de otros países, que fueron a parar al cubo de la basura.

De la basura

Un tiempo después, otro aficionado se interesó por ellas y se pudo en contacto con dicha institución hasta que dio con las personas que había custodiado el trabajo de Robert F. Collins y le contaron la verdad: que acababan de dejarlo en la basura. «Afortunadamente todavía no había pasado el camión y pudo recuperarlas», relata G. Portas.

Fue después cuando, a través de un amigo común, Portas se puso en contacto con la persona que rescató las fotografías . «Fueron muchos meses de trabajo clasificando toda la información y tardamos cerca de dos años en hacer todos los trámites administrativos tanto allí como aquí»,

Portas no quiso hacer un libro técnico «porque ya existen otras publicaciones de ese estilo y lo que yo pretendía era hacer una obra de divulgación con bellas imágenes de nuestro ferrocarril, de nuestros tranvías, acompañadas de breves descripciones técnicas; lo justo para describir el valor documental de las fotos del libro y dar a conocer al lector las principales características mecánicas de las locomotoras que se pueden ver en las fotos», en palabras de su autor.

A través de sus 192 páginas y sus más de 140 fotografías, este libro —que también se ha editado en inglés y en francés— se podrá repasar la azarosa historia de estas diapositivas que se han donado al Museo del Ferrocarril de Asturias. Esta recopilación saldrá a la venta el 10 de diciembre y la cita con León será el 13 de diciembre a las 19.30 horas en la Casa de Cultura de Pinilla.

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