Una herramienta para comer mejor

La elección de un etiquetado para distinguir los productos saludables llega con polémica. El semáforo para etiquetar  la calidad nutricional de cada alimento. Nutri-Score muestra en el producto un logotipo de colores con letras que informan al consumidor de la calidad nutricional de un alimento. El verde oscuro (letra A) se destina al más saludable y el rojo (letra E), al menos. Sin embargo, el sistema divide al sector.  No todos están de acuerdo con este sistema.

 Un grupo de 316 científicos y profesionales de la salud pública de todo el mundo, en el que se incluye uno de León,  han publicado un informe científico en el que instan al Gobierno a elegir el logotipo nutricional Nutri-Score como la «verdadera herramienta de salud pública basada en pruebas científicas rigurosas» e instan a implantarlo como el logotipo nutricional «único y obligatorio» para Europa.

Entre los firmantes de ese estudio está el catedrático de la Universidad de León, Vicente Martín, del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública. «Nutri-Score no va a solucionar el problema de la mala alimentación, pero va a ser una herramienta más para ayudar a etiquetar aquellos que son altamente calóricos, con elevadas cantidades de sal, grasas saturadas y azúcares añadidos», asegura Vicente Martín. «La industria alimentaria se adapta poco a poco a estas recomendaciones. También se debate en la UE, donde hay intereses económicos, que son legitimos, pero no porque nieguen la mayor sin datos que lo avalen». Martín destaca que «la mala alimentación daña la salud de las personas, como el tabaco, y son un riesgo de padecer cáncer y enfermedades cardiovasculares».

Pruebas científicas

En el comunicado se asegura que «muchos científicos y profesionales de la salud consideran que las pruebas científicas que avalan el etiquetado nutricional en la parte frontal del envase, como Nutri-Score, deben ser obligatorias en Europa para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables en el punto de venta», asegura Vicente Martín. «Los políticos y los partidos políticos, los fabricantes de alimentos y algunos sectores agrícolas se oponen al etiquetado nutricional como Nutri-Score, ya que afirman que los estudios científicos no respaldan suficientemente su conversión en una política. Los resultados del 83% de los estudios publicados en revistas revisadas por pares apoyan este etiquetado. La probabilidad de que un artículo muestre resultados no favorables al etiquetado nutricional como Nutri-Score es 21 veces mayor si los autores declaran un conflicto de intereses o si el estudio está financiado por la industria alimentaria».

La Comisión Europea se comprometió en 2021 a proponer un logotipo de información nutricional para colocarse en la cara delantera de los envases de los alimentos a escala de la UE en 2023. «Desde este anuncio, poderosos grupos de presión se han movilizado para impedir que sea elegido Nutri-Score como el logotipo único y obligatorio para Europa, o si no retrasar su adopción, o proponer un logotipo alternativo claramente inútil para los consumidores y la salud pública», asegura el comunicado que firman los científicos y profesionales de la salud. «En el origen de las presiones anti Nutri-Score se encuentran las grandes empresas alimentarias que se oponen desde siempre a su implementación (como Ferrero, Lactalis, Coca-Cola, Mars, Mondelez, Kraft... ) así como determinados sectores agrícolas, en particular los del queso y embutidos, y su poderosa representación europea Copa—Cogeca), según se especifica en el informe titulado  Por qué la Comisión Europea debe elegir el logotipo nutricional  Nutri-Score, una verdadera herramienta de salud pública en pruebas científicas rigurosas, como el logotipo nutricional único y obligatorio para Europa. En el comunicado se asegura que estas acciones de presión «se hacen eco en las estructuras europeas por diversos partidos políticos y personalidades políticas cercanas a ellos, así como por el Gobierno italiano, especialmente desde las últimas elecciones italianas, instrumentalizando Nutri-Score como un complot de Europa contra los productos ‘Made in Italy’».

Asociaciones de consumidores, oenegedés y algunos operadores económicos apoyan el logotipo mientras que algunos representantes de la CE consideran que es demasiado «polarizador». «Ningún argumento científico o de salud pública justifica esta toma de posición».

El informe elaborado por lo científicos consta de 61 páginas destacan como argumentos favorables el número de estudios científicos realizados en los últimos años en una veintena de países; la reciente actualización del algoritmo Nutri-Score por un comité científico compuesto por expertos europeos independientes; las conclusiones del informe del Centro Común de Investigación Europeo (JRC) de la Comisión Europea; los resultados de la consulta pública lanzada por la Comisión Europea; el apoyo de numerosas asociaciones y de expertos científicos y la adopción formal realizada ya en siete países (Francia, Bélgica, Alemania, España, Países Bajos, Luxemburgo y Suiza).