Diario de León

Marisa Alija Castrillo. La ginecóloga leonesa, experta en menopausia, desgrana todo lo que hay saber sobre esta fase vital

«La menopausia es una etapa que la mujer puede vivir con pasión»

León

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La doctora Marisa Alija Castrillo es ginecóloga experta en menopausia del Centro Ginecológico de León de HM-San Francisco y socia de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia). Recientemente ha participado en el Congreso Europeo de Menopausia celebrado en Amsterdam. En la entrevista hace un recorrido por los principales síntomas de la menopausia y la mejor manera de abordarlos para que esta etapa de la vida de las mujeres pueda ser aprovechada al máximo. La menopausia es un acontecimiento puntual en la vida de las mujeres que se fija en el momento en que se cumplen 12 de meses del cese de la ovulación. El climaterio es el período que abarca las fases anteriores y posteriores a la menopausia, aunque popularmente se utiliza este último término como sinónimo.

—¿Por qué se produce la menopausia?

—Por el cese de la actividad hormonal del ovario, fundamental mente de las hormonas llamadas estrógenos.

—¿Es importante prestarle atención?

—En España, la esperanza de vida de las mujeres es de 83 años, lo que significa que vivirán alrededor de un tercio de su vida con menopausia, es decir sin la protección de las hormonas. El aumento de la longevidad prolonga el tiempo que la mujer vive sin reglas o desde la menopausia, por eso es necesario que las mujeres tomen conciencia de la importancia de cuidar su salud en esta etapa. Repercutirá en su calidad de vida futura y contribuirá a prevenir la aparición de trastornos asociados.

—¿A qué edad aparece la menopausia? 

—Se considera dentro de la normalidad cuando aparece entre los 45 y 55 años, por debajo de estas edades se considera como menopausia prematura y por encima, menopausia tardía. En el caso de aparecer antes de los 40 años, se denomina menopausia precoz o fallo ovárico prematuro, este puede ser reversible y normalmente es necesario tratamiento.

—¿Existen síntomas que nos digan que está cerca?

—En lo que denominamos la premenopausia se producen modificaciones del patrón menstrual, la longitud del ciclo se acorta y las reglas se hacen irregulares, de esa manera puede predecirse.

—¿Se puede retrasar?

—No hay edad fija debido a que su aparición se debe a la pérdida progresiva de la función ovárica. Los ovarios tienen doble función; secretan óvulos y hormonas. Aunque se sigan teniendo óvulos, la síntesis de hormonas se ve disminuida, esto desencadena una serie de cambios que dan lugar a la menopausia. Desde que nacemos está en marcha el agotamiento de la reserva ovárica. El ritmo de pérdida de folículos ováricos está determinado por factores genéticos, inmunológicos y agentes externos: quimioterapia, tabaco… Hay una falsa tendencia a pensar que si se han tenido múltiples embarazos o si se han tomado anticonceptivos se retrasa la llegada de la menopausia. Por lo que poco podemos hacer por retrasar la edad de la menopausia.

—¿En qué afecta la menopausia en la vida diaria de las mujeres?

—En la mayoría de las mujeres se presentan los siguientes síntomas: alteraciones menstruales, sofocos, sudoración nocturna, aumento de los niveles de colesterol, mayor tendencia a tener obesidad, riesgo de osteoporosis, disminución de la libido, dolor en el coito, insomnio, dolores de cabeza, depresión, ansiedad, irritabilidad.

—¿Tienen síntomas todas las mujeres?

—No. En los países occidentales la incidencia de sintomatología severa es del 50%. La aparición e intensidad dependerá de todos los factores que rodean la vida de cada mujer.

—¿Los temidos sofocos se pueden evitar?

—Los sofocos afectan al 80% de las mujeres perimenopausicas. Consisten en un enrojecimiento y un aumento de la temperatura en 1 ó 2 grados en la cara y cuello, lo que provoca sudoración. Suelen presentarse con taquicardias transitorias seguidas de irritabilidad y ansiedad. La duración es de 1 a 3 minutos pero pueden prolongarse hasta 10 minutos como máximo.Son más frecuentes por la noche y se deben a la caída brusca de hormonas. El descenso de estrógenos afecta al centro termorregulador de la temperatura situado en el cerebro (hipotálamo) desajustándolo, es decir, que no funciona bien el termostato regulador de la temperatura corporal. Los sofocos pueden ser muy molestos para la mujer y llegar a afectar la calidad de vida diaria. Estos síntomas lógicamente pueden alteran el descanso nocturno y condicionar problemas de insomnio. Normalmente los síntomas vasomotores suelen estar presentes durante los primeros años para ir desapareciendo paulatinamente (entre uno y cinco años), sin embargo, en un porcentaje pequeño de mujeres su presencia se alarga durante más años.

—¿Qué otra sintomatología consultan las mujeres tras la menopausia?

—Existen otras quejas frecuentes como son los cambios de humor, estados depresivos, cefaleas, molestias vulvo-vaginales, sobrepeso y molestias articulares.

—¿Por qué en la menopausia las relaciones sexuales son más molestas o en algunos casos dolorosas?

—Una de las funciones de los estrógenos es mantener hidratada la piel y las mucosas. La vagina está recubierta por la mucosa vaginal que segrega un moco lubricante. Con el descenso de hormonas, desciende también la producción de moco, con lo cual la vagina está menos lubricada. Para evitar esta situación, se recomienda usar cremas hidratantes, lubricantes y tratamientos locales con estrógenos en forma de cremas, comprimidos vaginales o anillo vaginal. Actualmente contamos con nuevos tratamientos como laser vagina, radiofrecuencia vaginal e inyecciones subcutáneas de ácido hialurónico.

—Menopausia y sexo, ¿son incompatibles?

—Únicamente hay que prestar especial atención a la salud vaginal, y cuando empiecen los primeros síntomas de atrofia, sequedad, molestias con las relaciones sexuales consultar al ginecólogo e indicar los tratamientos adecuados.

—Es preocupación común el aumento de peso, ¿tras la menopausia se engorda siempre?

—Hay una relación directa entre menopausia y obesidad, y manteniendo la misma dieta las mujeres aumentan de peso. Por un lado, se produce un desorden endocrino que favorece la pérdida de masa muscular, así como el aumento de la grasa, junto a una disminución del metabolismo basal, es decir, la cantidad de energía mínima que necesitamos para subsistir y la eficacia de nuestro cuerpo para utilizar la grasa almacenada como fuente de energía. En segundo lugar, estos desórdenes trascienden al perfil emocional de la mujer, imponiendo una tendencia a la ansiedad y a la depresión que puede derivar en trastornos relacionados con la alimentación. Por ello, es fundamental que durante esta etapa la mujer sea consciente de lo que pasa y refuerce sus mecanismos de defensa frente a ello. Dos son las claves: disciplinar la alimentación diaria (no se trata de no comer) y dar la importancia que tiene a la realización de ejercicio físico moderado pero regular.

—¿Puede verse afectado el suelo pélvico durante la menopausia?

—El suelo pélvico puede verse afectado por la atrofia de los tejidos blandos, y la pérdida del tono muscular como consecuencia además de la caída de estrógenos, de partos vaginales previos y otras circunstancias. Lo más frecuente es la incontinencia urinaria y el descenso de órganos pélvicos, una de cada 4 mujeres tiene algún problema menor o mayor de este tipo. Pero actualmente contamos con eficaces tratamientos para esta patología.

—¿A partir de qué edad recomienda tomar medidas para suavizar futuras molestias?

—Es bueno ir adquiriendo hábitos saludables en la década de los 40 a los 50: reducir la ingesta de alcohol, no fumar y hacer ejercicio físico de forma regular.

—¿Con qué frecuencia se debe de acudir al ginecólogo durante la menopausia?

—Tras la menopausia debe ser periódica, para prevención del cáncer de mama, útero u ovarios, y para identificar problemas de salud que aumentan tras la menopausia, como la atrofia genitourinaria, mayor riesgo de problemas cardiovasculares, osteoporosis...Si los síntomas propios de esta etapa de la mujer alteran en un mayor grado la calidad de vida, se debe acudir al ginecólogo sin falta.

—¿Qué tipo de pruebas o controles debería de hacerse una mujer tras la menopausia?

—La ecografía ginecológica y la mamografía bilateral constituyen las pruebas principales desde un punto de vista ginecológico. La ecografía mamaria también es deseable. No olvidemos que a partir de la menopausia se producen cambios desfavorables en ciertos marcadores cardiovasculares (tensión arterial, niveles de colesterol, en la masa ósea (mayor pérdida), así como mayor tendencia al aumento de peso y cambio en la configuración corporal (mayor redondeo), que condicionan más riesgo de problemas vasculares, de osteoporosis y oncológicos. Por ello, es importante registrar el peso y la toma de TA, así como conocer las cifras de colesterol y glucosa (análisis de sangre), y la mineralización ósea mediante una densitometría ósea si estuviera indicada en función de las circunstancias de cada paciente.

—¿Puede quedarse embarazada una mujer si ya es menopáusica?

—La menopausia es el cese permanente de menstruación con lo cual no hay riesgo de embarazo ya que no hay ovulación. Mientras que se está en el periodo de la perimenopausia puede haber posibilidad de embarazo (aunque las ovulaciones sean intermitentes).

—¿Qué es la osteoporosis?

—El déficit de hormonas hace que se cambie el metabolismo del hueso: se incrementa la destrucción de hueso y se disminuye la formación del mismo. Esto junto con un déficit en el aporte de calcio, hace que las mujeres perimenopáusicas tengan un mayor riesgo de osteoporosis. Por ello se recomienda un aporte extra de calcio con vitamina D. La osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso se vuelve débil y aumenta el riesgo de padecer fracturas. Esta enfermedad se diagnostica con la densitometría ósea.

—Ante la menopausia, ¿tratamientos naturales o farmacológicos? ¿Cuáles aconseja?

—La terapia hormonal (estrógenos o estrógenos/progestágenos) es el tratamiento de elección de estos síntomas, fundamentalmente cuando afectan a la calidad de vida. Si los síntomas son leves o moderados existen otras alternativas que pueden aliviarlos como los fitoestrógenos o algunos antidepresivos que actúan a nivel de ciertos neurotransmisores hipotalámicos, pero no podemos dejar de olvidar la importancia que tiene el mantenimiento de un adecuado estilo de vida (dieta, ejercicio…) dentro de la estrategia terapéutica de estos síntomas.

—¿Qué es exactamente la terapia hormonal sustitutiva?

—La terapia hormonal sustitutiva o THS es la administración exógena de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) para suplir la función natural de las mismas cuando los ovarios ya no cumplen su función. Con la THS se consigue disminuir los síntomas vasomotores (sofocos, sudoración nocturna), se controlan los síntomas urogenitales (incontinencia, sequedad vaginal), mejoran los síntomas de ansiedad y depresión y disminuye la incidencia de osteoporosis. Existen posibles efectos colaterales adversos derivados del uso de la THS son el aumento de riesgo relativo de padecer cáncer de mama y endometrio y efectos secundarios cardiovasculares. Son mínimos siempre que se utilice con indicación y control médico.

—¿Es segura la terapia hormonal sustitutiva? ¿Cómo se determina qué mujeres la necesitan, y en qué casos los beneficios de esta terapia superan a los riesgos?

—El mundo de las hormonas parece que siempre será polémico, no hace falta más que mirar cómo es la historia de cualquier tratamiento con hormonas dirigido a la mujer en sus diferentes etapas de la vida, primero comenzó con los contraceptivos, más tarde con los tratamientos de la fertilidad o de las consecuencias desfavorables de la menopausia. Sin embargo, la investigación no cesa y demuestra que este tipo de tratamientos son seguros cuando son utilizados acorde con la información científica disponible y sus recomendaciones. El empleo juicioso e individualizado de las dosis, en el tiempo adecuado y la duración de este tratamiento en mujeres sintomáticas, ha mostrado ser seguro. La necesidad de tratamiento y su seguridad dependerá de los síntomas y afectación de la calidad de vida de la mujer que acude a consulta por ello, de su historia personal, así como de su preferencia; estos tres determinantes optimizarán el mejor perfil beneficio/riesgo a la hora de indicar la terapia hormonal sustitutiva.

—¿Quién debe indicar el tratamiento hormonal?

—Como cualquier medicación ha de ser adecuadamente indicada en la mujer que lo precise, de manera individualizada y supervisada por el especialista. Solo estaría contraindicada en aquellos casos con antecedente de cáncer de mama, endometrial, hipertensión arterial grave, enfermedad hepática activa e insuficiencia renal avanzada. Y se considera como tiempo prudente no superar los 5 años con la terapia. El beneficio-riesgo de la THS ha de valorarlo el ginecólogo.

—¿Qué recomienda a las mujeres para sobrellevar la menopausia?

—La menopausia no es más que una etapa de la vida de la mujer donde finaliza la fertilidad, el déficit hormonal se puede paliar con un nuevo estilo de vida y fármacos si es necesario. Con el tratamiento adecuado se pueden reducir notablemente los síntomas asociados a este nuevo período de la vida de la mujer, por tanto, no existen razones justificadas para padecer innecesariamente estos efectos no deseados. Los prejuicios culturales y sociales que igualan menopausia a envejecimiento deberían terminarse. La experiencia y la madurez adquiridas en esta etapa, sumadas a una actitud positiva pueden aportar a la mujer una seguridad y pasión por la vida inigualable.

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