Diario de León

Ondas más que analgésicas

Antonio Rodríguez, de la Obra Nuestra Señora de Regla, prueba con éxito en León un láser que actúa como analgésico, antiinflamatorio y bioestimulante en traumatología, cirugía vascular y dermatología.

El doctor Antonio Rodríguez es traumatólogo y ahora trabaja con los últimos métodos contra el dolor y medicina regenerativa.

El doctor Antonio Rodríguez es traumatólogo y ahora trabaja con los últimos métodos contra el dolor y medicina regenerativa.

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Más de cinco mil cirugías como especialista en traumatología avalan la trayectoria profesional de Antonio Rodríguez, médico especialista en Traumatología que desarrolla su labor profesional en la Obra Hospitalaria Nuestra Señora de Regla de León.

Pero el quirófano no es la solución a todos los problemas que llegan a su consulta. Hace un año se decidió a dar un salto en su hacer como médico y se decidió a probar una nueva tecnología láser para aliviar el dolor, reducir la inflamación que producen determinadas patologías y regenerar los tejidos en patologías agudas y crónicas.

El aparato consta de un equipo estable y un puntero que se aplica a los pacientes en las zonas localizadas del dolor o la inflamación. Pese a las apariencias, no es un láser corriente. «Es un método de tratamiento que utiliza un láser terapéutico de Alta Potencia (Clase IV) con una longitud de onda de 980 nm, obteniendo un efecto analgésico , antiinflamatorio y bioestimulante en la regeneración de los tejidos», explica.

Patentado en Estados Unidos, el aparato —Painfree es la marca comercial— llegó a España a través de un anestesista gallego, Miguel Sánchez, y es una de las herramientas terapéuticas que utilizan los médicos que tratan al tenista Rafa Nadal de sus lesiones por el alto rendimiento que exige la competición a su nivel.

«El efecto analgésico está en relación con la despolarización de las fibras sensitivas. El antiinflamatorio por la oxigenación celular y el drenaje de la microcirculación. Se obtiene una bioestimulación por un aumento de metabolismo celular y la estimulación de los fibroblastos, responsables de la reparación de los tejidos», explica el médico.

La despolarización de las células nerviosas «produce un efecto analgésico inmediato», agrega. Asimismo, la longitud de onda del láser hace que tenga un «gran poder de profundidad» y penetre en lesiones de hasta 15 centímetros de profundidad sobre la superficie de la piel.

En cuanto a las patologías, el espectro es muy amplio. Traumatología, cirugía vascular y dermatología son las tres especialidades que más se benefician de esta tecnología punta de la medicina. Hernias discales, artrosis en cadera y rodilla son algunas de las que se presentan con más frecuencia en la consulta. «En este caso, el tratamiento se complementa con plasma enriquecido que produce efectos regeneradores», apunta.

«La potencia de penetración es regulable por lo que podemos dirigir una alta energía en profundidad, solo limitada por la tolerancia cutánea que tengamos al calor. Con este proceso es posible llegar a todas las zonas anatómicas a tratar», explica el médico.

No enmascara el dolor

El médico hace hincapié en que la terapia presenta «beneficios fisiológicos que no pueden ofrecer otros tratamientos». Esto se debe a la estimulación de la adenosina trifosfato (ATP) y la mejora de la permeabilidad de la membrana celular (junto con otros efectos). La consecuencia es que «la terapia láser en realidad ayuda curar las lesiones del paciente, en lugar de enmascarar el dolor». Esto es lo verdaderamente revolucionario frente a los analgésicos que tapan el dolor sin ir a la raíz del problema.

Aunque produzca calor, el láser no es un tratamiento térmico, es bioestimulación de las reacciones fotoquímicas en el tejido celular. En este sentido, el especialista aclara que la terapia láser se puede utilizar de forma segura sobre los implantes de metal y para pacientes con problemas de circulación y neuropatía.

«Todos los láseres estimulan los tejidos, pero no consiguen la profundidad ni los niveles de energía de que sí se obtienen con este tratamiento», subraya. Las patologías más frecuentes son tiene múltiples indicaciones en el dolor, contracturas, inflamación y en patología degenerativa de los tejidos, ya sea aguda o crónica.

El primero en León

Por su marcado potencial analgésico, antiinflamatorio y bioestimulante le confieren óptima eficacia en la reparación e tejidos dañados y liberación de factores de crecimiento; acelera la cicatrización de heridas y reduce el tejido cicatricial. Mejora la vascularización y vasodilatación y produce un efecto de aumento de la actividad metabólica. Mejora la función neurológica, la inmunidad y actúa sobre los puntos de acupuntura.

En la patología discal, es significativo el efecto para disminuir su inflamación y la de las raíces nerviosas. Úlceras y heridas crónicas también son beneficiadas por este nuevo método que por ahora sólo está disponible en la consulta del doctor Rodríguez en la Obra Hospitalaria de Nuestra Señora de Regla.

El médico relata varios casos clínicos en los que la mejoría de los pacientes ha sido notoria. «Desde un compañero médico que se produjo una lesión haciendo deporte hasta un paciente que tenía un pronóstico de amputación en un pie por una osteomielitis y conseguimos salvarlo con una combinación de cirugía, antibióticos y la aplicación de la terapia láser. Tuvo que estar seis semanas ingresado pero ni siquiera precisó injerto de piel gracias a los efectos de regeneración», afirma.

La terapia también está indicada para la mejoría de la micro circulación de las estructuras espinales y de las lesiones en el anillo discal. En el postoperatorio, por la disminución del tamaño de las cicatrices y de la fibrosis. Las espondilolistesis, sacroileitis y neuropatía periféricas son otras de sus indicaciones, así como los síndromes de cirugía fallida de espalda.

Para la cirugía traumatológica y deportiva se considera muy útil también en el postoperatorio, así como el tratamiento del dolor de en pie y tobillo, las lesiones musculares y tendinosas.

La técnica se aplica directamente sobre la piel, no provoca dolor y la única sensación es un ligero incremento de temperatura a nivel epidérmico. En cuanto al número de sesiones, el médico precisa que depende de la edad y el estado de salud general de cada persona.

Efectos acumulativos

En general, las condiciones agudas pueden ser tratadas con más frecuencia y requieren menos visitas, por lo general de 3 a 10. Las enfermedades crónicas pueden requerir un número superior de visitas.

Otra de las ventajas de la terapia con láser de alta potencia es que sus efectos son acumulativos. «Los pacientes pueden experimentar un alivio significativo del dolor muy rápidamente, pero es importante continuar a fin de beneficiarse de las propiedades bioestimulativas del láser terapéutico», recalca Rodríguez.

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