Diario de León

?OPINIÓN

La realidad de no saber poner límites

Publicado por
María Elena Valbuena Colaboradora del Teléfono de la esperanza
León

Creado:

Actualizado:

Creo que todos conocemos un refrán que dice, más o menos, que límites certeros hacen vecinos duraderos. Y creo que también todos sabemos lo que significa. Lo que ya no es tan seguro es que lo practiquemos.

Es difícil marcar límites. Se necesitan autenticidad, asertividad y autoestima sana para decir «hasta aquí puedes entrar» y no andamos muy sobrados de estas cualidades. Al contrario, nuestra vida parece transcurrir entre un «sí…pero no», un dilatorio «ya hablamos», un pasivo «vale, vale» o un estratégico y diplomático «Ok». Luego, ya veremos lo que hacemos, pero, de entrada, no vamos a significarnos demasiado, ni parecer bordes.

Y así dejamos, con aparente amabilidad y sin dar mayor importancia, que nos dirijan la vida. Hasta que un día, hartos ya, se nos desboca la rabia contenida y decimos todo aquello que debimos decir en su momento. Ese día en que descubrimos que nos hemos dejado invadir poco a poco y ya estamos más que desbordados. El día en que caemos en la cuenta de que no hemos sabido decir «no» a tiempo y lo que nos sale es un «no» a destiempo, fuera de toda lógica y sin venir al caso.

Entonces sí pensamos cómo ha sido posible tal invasión, pero, desafortunadamente, ya es tarde para elaborar el dique y sólo nos queda achicar el agua que nos ahoga.

La realidad está llena de ejemplos que demuestran que no sabemos poner límites. Todos podríamos citar alguno. Y lo peor, probablemente todos hayamos sufrido alguna vez las consecuencias de esa falta de límites.

Hoy, que tanto se habla de autoestima, tendríamos que tener claro que el significado de límites y la forma de establecerlos son consustanciales a la misma. Invadir y/o dejarnos invadir va en contra de toda autoestima.

Es más, sin un deslinde adecuado y certero de las relaciones y de los espacios, es imposible toda convivencia, por rotunda que parezca esta afirmación.

Resulta imprescindible, por el bien de cada uno y el bien común, aprender a fijar límites, pues las relaciones sanas sólo pueden fundamentarse sobre unos límites claros, concretos y estables.

tracking